Empresas y finanzas
ACS quiere llegar ahora hasta el 25% de Iberdrola
Florentino Pérez ha cerrado el 2010 como un año redondo. Además de lograr el 30% en la alemana Hochtief, la constructora ha hecho realidad su ansiado deseo de hacerse con el 20% de Iberdrola. Pero si alguien pensaba que el avance de la constructora en la eléctrica se va a quedar aquí está muy equivocado. Las armas de la eléctrica para frenar a la constructora.
La intención real del grupo que preside Florentino Pérez es llegar ahora al 25%, a través de pequeñas adquisiciones en bolsa que retomará este año cuando el precio de mercado lo permita.
Fuentes del mercado explicaron a elEconomista que el nuevo reto de la constructora para 2011 es adquirir más acciones de Iberdrola. El objetivo es aprovechar la caída que ha sufrido la cotización de la eléctrica y ACS podría continuar bajando el precio medio de sus adquisiciones.
Importante descuento
Así, a pesar de que el 12% inicial tiene un precio medio de 9,2 euros por acción, las compras de principios de diciembre y con las que alcanzó el 15% se realizaron a un precio de 5,3 euros por título y las de final de ejercicio a 5,8 euros por acción, lo que ha reducido considerablemente el valor de la adquisición total. Con todo, el actual precio medio es de 7,6 euros por título y estas maniobras han amortiguado en parte las minusvalías latentes que mantiene el grupo constructor, que actualmente ascienden a casi 2 euros por acción o más de 2.000 millones de euros por su 20,2 por ciento de la eléctrica.
Pero ACS quiere que este valor siga reduciéndose y por ende el de sus minusvalías, razón por la que continuará comprando acciones de Iberdrola en el mercado cuando el precio esté lo más bajo posible.
El otro motivo por el que la constructora quiere seguir avanzando posiciones es para fortalecerse en la eléctrica de cara a su futura entrada en el consejo de administración de Iberdrola, donde la constructora se plantea pedir dos sillas en el máximo órgano de gestión por su nueva participación del 20,2% en la próxima junta de la compañía que se celebrará en marzo en Bilbao.
No obstante, en esta junta tan sólo podrá hacer valer un 10% de su participación por la limitación de los derechos de voto, ya que la Enmienda Antiblindajes de la Ley de Sociedades Anónimas no entra en vigor hasta el próximo 1 de julio. Todo esto hace presagiar que continuará la pelea judicial abierta entre ambas compañías por la oposición de la dirección de la eléctrica a que ACS entre en el consejo de administración.
Otro de los frentes abiertos es cómo contabilizará Florentino Pérez su participación, ya que el 20% es el umbral a partir del que se supone que un accionista tiene influencia significativa y por tanto puede apuntarse la parte de los beneficios equivalente a su porcentaje de capital.
Pero hay una serie de pros y contras sobre este apunte contable. De un lado, la norma internacional de contabilidad número 31 apunta esta presunción de influencia, pero el caso Iberdrola-ACS está judicializado por los cuatro costados y la constructora no tiene ningún peso en las decisiones de la energética. De ahí que algunos cuestionen ya si ACS puede contabilizar por integración proporcional su participación, más aún cuando Florentino Pérez mantiene el pleito contra Iberdrola por impedir su entrada en el consejo.
Sin cambios contables
Fuentes de ACS explicaron a este diario que el grupo aún no ha tomado la decisión sobre cómo se apuntará esta participación, pero todo parece apuntar a que de momento no hará ningún cambio contable. Uno de los motivos es que a priori es un tema polémico porque no tiene influencia en la gestión, pero también tienen su importancia las minusvalías que acumula en Iberdrola y que tendría que ajustar para anotarlas a valor actual en lugar de a precio de adquisición.
Según fuentes de mercado, este hecho le aplacaría prácticamente los 600 millones que se apuntaría en concepto de beneficio de Iberdrola. De ahí, que a la constructora le interese seguir bajando el precio medio de adquisición con nuevas compras y se haya marcado como nuevo objetivo llegar al 25%.
Además, si ACS continúa como hasta ahora puede mantener su participación como estratégica e inyectarse ingresos de unos 300 millones por el dividendo que recibe de la eléctrica, todo ello siempre que no acumule minusvalías significativas que amenacen con tener que contabilizar como pérdidas en su cuenta de resultados las minusvalías latentes. En este punto, vuelve a tener una especial relevancia poder rebajar aún más el precio medio de sus adquisiciones.
Sin embargo, a largo plazo y una vez solventadas sus minusvalías la consolidación proporcional de Iberdrola permitiría a ACS salvar el escollo que dejó en su balance la venta de Unión Fenosa a Gas Natural, que si bien obtuvo grandes plusvalías, ya no pudo seguir apuntándose el beneficio de la eléctrica.