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El Canal se prepara para atender mayor demanda del transporte mundial



    Ana Cerrud

    Panamá, 31 ago (EFECOM).- El casi centenario Canal de Panamá, la única vía acuática transcontinental del mundo, se renovará para captar la creciente demanda del transporte internacional y superar su participación del 5 por ciento en el comercio global, que parece estancada.

    Así lo declaran sus administradores, que han tardado casi 15 años en decidirse a mejorar y modernizar el Canal, que fue diseñado en 1904 para barcos como el Titanic, de 267 metros de eslora (largo) y 28 metros de manga (ancho), como máximo.

    El objetivo de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), entidad estatal que administra la vía desde el año 2000, es duplicar su capacidad mediante la construcción de un tercer juego de esclusas más grandes, a un costo de 5.250 millones de dólares.

    Las nuevas esclusas tendrán 55 metros de ancho, por 427 de largo y 18,3 de profundidad.

    Los ingenieros pretenden excavar en seco 133 millones de metros cúbicos para completar el proyecto, que incluye bañeras para reutilizar el agua y ampliar la capacidad del lago artificial que comunica los extremos de la vía, entre los océanos Atlántico y Pacífico.

    Con el sistema actual, cada paso de un barco vierte al mar 197 millones de litros de agua dulce.

    El Canal recibe entre 13.000 y 14.000 embarcaciones al año y ha forzado a los constructores navales a diseñar un tipo de barco con las dimensiones máximas permitidas por las ya estrechas esclusas: 32,31 metros de manga, 12,04 metros de calado y 294,13 metros de eslora, llamados "Panamax".

    Muchos de los barcos modernos, los "post-Panamax", superan con creces las medidas del Canal, cuya ampliación comenzará oficialmente el próximo lunes con una ceremonia pública.

    El modelo de trabajo, que se espera concluya en 2014, cuando el Canal cumplirá cien años, no interrumpirá el servicio de la vía, abierta las 24 horas al transporte internacional los siete días de la semana, y en la que trabajan 9.000 personas.

    Desde su apertura, el 15 de agosto de 1914, han transitado por el Canal 943.042 buques.

    El "Maersk Dellys" estableció un nuevo récord de peajes el pasado 8 de mayo, al pagar 274.590 dólares y la cuota más baja la pagó el estadounidense Richard Halliburton, quien en 1928 pagó 36 centavos de dólar para atravesar el Canal.

    El recorrido de los 80 kilómetros que separan las dos entradas de la vía tarda un promedio de nueve horas, pero el tránsito más rápido registrado hasta ahora fue el del navío "Hydrofoil Pegasus", de la Marina de Estados Unidos, que lo completó en 2 horas y 41 minutos, en junio de 1979.

    El Canal de Panamá, construido por Estados Unidos tras pactar un arriendo a perpetuidad de la vía y una zona adyacente al gobierno del recién constituido país, es un juego de escaleras de agua, las esclusas, que suben y bajan los barcos de un océano a otro para salvar los 26 metros de altura del área montañosa del trayecto.

    No es un canal a nivel, como se ideó según el primer diseño del francés Ferdinand de Lesseps, promotor, con ese principio, del Canal de Suez, porque con la tecnología de la época no se pudo excavar lo suficiente en el fangoso e inestable terreno tropical.

    Aún así, para su construcción, que a principios del siglo pasado costó a Estados Unidos 375 millones de dólares, incluidos los 10 que se pagó a Panamá para permitir la obra y los 40 con los que se adquirieron los derechos y activos de la Compañía del Canal francés, que promovió primero el proyecto, se removieron 183.493.000 metros cúbicos de tierra.

    La obra involucró a 56.307 trabajadores de todo el mundo, entre ellos 11.873 europeos, 31.071 antillanos, 11.000 estadounidenses y 69 "sin clasificar", según los registros de la Autoridad del Canal.

    Con la ampliación se descartó la posibilidad de construir otro canal, esta vez a nivel, por las mismas razones que se identificaron hace un siglo.

    También se volvió a desestimar la conveniencia de construir otra vía interoceánica por rutas alternativas, como Nicaragua, debido a su alta actividad sísmica, o por Colombia, siguiendo la ruta del río Atrato.

    Panamá, el más estrecho país de la cintura de América, en el centro mismo del continente, el "ombligo", como gusta llamarse aquí, ya fue identificado en época de la Colonia, dicen que por el propio Carlos V, como la vía idónea para comunicar el Atlántico y el recién descubierto Mar del Sur, justo atravesando este istmo.

    El "Adelantado", como se le llamó, fue Vasco Núñez de Balboa, a quien Panamá todavía recuerda con la denominación y acuñación de su moneda de fracción.

    Durante la Conquista, Panamá fue el paso de España a las riquezas del Sur, al oro de Perú y al rico cerro de Potosí, y el camino de retorno desde las ferias de Portobelo y Cartagena.

    El destino del país ha estado siempre ligado a su situación de paso, considerado por el Estado como su principal recurso natural y su patrimonio inalienable.

    Por disposición constitucional, el Canal no puede ser vendido, ni cedido, ni hipotecado. De neutralidad declarada, es una empresa al servicio pacífico e interrumpido de la comunidad marítima y del comercio internacional. EFECOM

    aic/joc/lgo

    (con fotografías e infografía)