Industria le echa un cable a Enel: suaviza las condiciones para su entrada en Endesa
Según fuentes consultadas por este diario, la compañía presidida por Manuel Pizarro se oponía a tres de las ocho cláusulas que la CNE impuso a Enel (ENEL.IT) para hacerse con el 24,99% de la compañía, el límite máximo que no requiere la formulación de una opa sobre el cien por cien del capital.
Los puntos de la discordia
En concreto, Endesa (ELE.MC) solicitaba la revocación parcial de las
condiciones 4, 5 y 6. Es decir: que se eliminara la obligación de adelantar el orden del día de los consejos de administración a la Comisión; que desapareciera el derecho de veto a posteriori sobre algunas decisiones de la empresa -principalemente en inversiones-; y el hecho de que la compañía española fuese el vehículo para cumplir con los requisitos impuestos a la italiana.
Así, Industria ha escuchado a Endesa en cuanto a que las condiciones impuestas a la empresa transalpina no recaigan únicamente sobre Endesa. Es decir que las obligaciones de garantía de suministro, de mantenimiento de calidad en las redes o de compromisos de inversión no sean sólo responsabilidad de la filial Endesa, cuando forme parte de Enel, sino también de la matriz.
El Gobierno también ha aceptado que no haya que remitir el orden del día de todos los consejos de administración de la eléctrica, tal y como pedía la CNE.
En referencia a la eliminación del derecho a veto, sobre la que existían algunas dudas, Clos ha secundado la petición de Endesa al "entender que se trata de un control que va más allá de lo permitido por la ley".
Con esta decisión del Gobierno, la CNE vuelve a recibir un varapalo instsitucional, ya que Industria ha corregido últimamente varias de sus decisiones más polémicas, como por ejemplo, la autorización a la argelina Sonatrach para vender más gas en España.