Bombillas bajo consumo en hogares españoles ahorraría 4% consumo nacional
Nuria Larragueta
Madrid, 22 jul (EFECOM).- Sustituir las bombillas incandescentes (tradicionales) por las de bajo consumo en los 350 millones de lámparas que hay en los hogares españoles, supondría un ahorro del 4 por ciento del consumo eléctrico nacional y reduciría un 2 por ciento las emisiones contaminantes de origen energético.
Según datos del Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE) del Ministerio de Industria a los que ha tenido acceso EFE, el sector de la iluminación representa el 17 por ciento del consumo eléctrico nacional y produce el 6 por ciento de las emisiones de CO2 de origen energético.
Los sectores que más energía consumen en iluminación, según datos del IDAE del año 2000, son el comercio, con un 27 por ciento, el doméstico, con un 26 por ciento y el de hostelería, que supone el 14 por ciento.
De esta forma, se calcula que si se sustituyeran 10 lámparas incandescentes por hogar español, que suman un total de 145 millones, y 7 millones del sector comercio y servicios, se reduciría el consumo eléctrico nacional en un 5 por ciento, lo que corresponde a la producción anual de dos centrales nucleares.
La sustitución, que supondría un coste de 1.500 millones de euros, evitaría, además, un 2,5 por ciento de las emisiones de gases contaminantes que equivalen al producido por 1.500 hogares.
Las bombillas de bajo consumo (fluorescentes compactas con balasto electrónico integrado) ahorran un 80 por ciento de energía respecto a la incandescente, duran entre 8 y 10 veces más (15.000 horas) y son hasta tres veces más eficientes.
Sin embargo, según el IDAE, existen barreras económicas y técnicas para la sustitución total de las bombillas, ya que, en ocasiones, la inversión realizada no retorna y, en otras, el propio cambio en la instalación eléctrica supone una serie de inconvenientes que imposibilitan su realización.
En el ámbito normativo, el Código Técnico de la Edificación incluye un documento básico de ahorro de energía denominado Eficiencia Energética en Iluminación HE3 que establece unas exigencias básicas en los edificios que permiten responder a las necesidades de los usuarios pero son más eficaces energéticamente.
Además, supone la utilización de un sistema de control que ajuste el encendido a la ocupación real de la zona y otro de regulación que optimice el aprovechamiento de la luz natural.
El alumbrado público, que representó el 9 por ciento del consumo eléctrico en iluminación en el año 2000, ofrece, según el IDAE, un potencial de ahorro en torno al 30 por ciento y debe pasar necesariamente por una renovación debido a la antigüedad media de sus instalaciones, 14 años, cuando su vida media es de 15.
El Gobierno ha presentado hoy el Plan de Acción de Ahorro y Eficiencia Energética 2008-2012 y, entre las medidas que se incluyen, se encuentran la sustitución de las bombillas incandescentes por las de bajo consumo, la implantación de interruptores de presencia en vez de los tradicionales y mejoras en la eficiencia del alumbrado público.
En el ámbito europeo, la Federación de Empresas Europeas de Lámparas hizo público, el mes pasado, una iniciativa para reducir en un 60 por ciento de aquí a 2015 las emisiones de CO2 procedentes de las bombillas de los hogares mediante el establecimiento de nuevos estándares.
Además, según la federación (incluye empresas como General Electric y Philips), la introducción de este plan en la normativa europea propiciaría la desaparición de las bombillas menos eficientes, y supondrían un ahorro de 7.000 millones de euros anuales para los consumidores. EFECOM
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