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Correa acusa a la oposición de un intento de golpe



    QUITO (Reuters) - El presidente de Ecuador, Rafael Correa, acusó al jueves a la oposición de intentar derrocarle con un golpe de Estado y confirmó que está estudiando la posibilidad de disolver el Parlamento en medio de protestas policiales.

    El mandatario dijo que los manifestantes, a los que acusó de traición y conspiración, intentaron agredirlo y necesitó de atención médica.

    Correa, denunció posteriomente que grupos de policías manifestantes estaban intentando entrar a la fuerza en el hospital donde está recluido tras ser agredido.

    "Me informan que están tratando de introducirse aquí a la habitación estos policias en rebelión por medio de los techos. Si algo me pasa, la responsabilidad es de ellos", dijo el mandatario en una entrevista con un medio local.

    Unos soldados tomaron el jueves el control del principal aeropuerto de Quito y cientos de policías protestaban en las calles mientras el presidente estudiaba disolver el Congreso por el bloqueo a una ley de austeridad que alcanza a las fuerzas de seguridad

    Correa se enfureció con la Asamblea, de mayoría oficialista, porque sus propios legisladores se opusieron a unas modificaciones a la ley para reducir el tamaño del aparato público, una norma considerada clave por el Gobierno para el avance de su modelo socialista.

    La disolución de la Asamblea Nacional permitiría a Correa gobernar por decreto hasta que se convoquen a nuevas elecciones generales, según la Constitución aprobada hace dos años. La decisión del presidente tendría que ser de todos modos avalada por la Corte Constitucional.

    ENCERRADOS EN LA ASAMBLEA

    Mientras, los asambleístas de la bancada oficialista de Ecuador decidieron permanecer de manera indefinida en el interior de la Asamblea para velar por la democracia.

    Las actividades de la Asamblea Nacional fueron suspendidas tras la protestas al quedar sin seguridad policial.

    Pero los asambleístas del movimiento político del presidente Rafael Correa decidieron estar en las instalaciones de la Asamblea Nacional para evitar cualquier iniciativa política de la oposición que pueda afectar a la estabilidad de la nación.

    Los asambleístas "estamos en defensa de la democracia. Convocamos al pueblo de Quito a defender la democracia y el régimen constituido", dijo Paco Velasco, un asambleísta del oficialista, muy cercano al presidente.

    Ante esta decisión, policías entraron a los patios de la Asamblea Nacional en motocicletas y caminando, en un intento por desalojar a los asambleístas.

    Pero a último momento desistieron de la acción y permanecen en los patios de la sede de la Asamblea.

    Una asambleísta del oficialismo resultó herida en medio de los forcejeos con los policías, mientras intentaba ingresar a la sede.

    En las afueras de la sede legislativa se concentraron unos pocos seguidores de Correa a respaldar su gestión.

    PROTESTAS

    Los policías salieron a las calles de la capital, de la costera ciudad de Guayaquil y también de Cuenca a protestar por la norma que elimina beneficios como el pago de bonos y las condecoraciones. Y suspendieron su trabajo hasta que se resuelva la situación. Informaciones de medios locales dijeron que había sido asaltada una sucursal bancaria en Guayaquil.

    "Que se nos devuelvan los que nos quitaron", gritaban los policías, apoyados por sus familias, mientras quemaban neumáticos y cerraban calles y puentes con sus patrullas.

    Correa llegó a un cuartel de la policía para mediar, justificando la iniciativa de ley, pero fue abucheado en medio de un tumulto y cuando se retiró los efectivos tiraron gases lacrimógenos.

    "Parte de la policía nacional ha hecho estos desmanes, bastión de la patria (...) es una de las instituciones que más hemos apoyado", dijo el presidente del socio más pequeño de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

    Militares tomaron las pistas de la base aérea que se ubica junto al aeropuerto de Quito, y también la base de Taura en Guayaquil, de acuerdo con testigos de Reuters.

    No obstante, el Jefe del Comando de las Fuerzas Armadas de Ecuador, Ernesto González, aseguró que están subordinados a la autoridad del presidente.

    "Estamos en un estado de derecho. Estamos subordinados a la máxima autoridad que es el señor Presidente de la República", dijo el jefe militar en una declaración transmitida por medios locales.

    Mientras, autoridades llamaban a la calma y trataban de bajar el tono a las protestas.

    "Confiamos en la capacidad profesional de nuestros militares y nuestros policías, confiamos que toda esta situación generada por desinformación sea clarificada lo más pronto posible y confiamos que la situación retorne a la normalidad en pocos momentos", dijo Miguel Carvajal, ministro de Seguridad ecuatoriano, en rueda de prensa.

    La Asamblea de 124 miembros tenía planeado reunirse el jueves por la tarde para volver a estudiar las modificaciones a la ley.