Empresas y finanzas

La consejería de autocuidado no ayuda a los cardíacos



    Por Frederik Joelving

    NUEVA YORK (Reuters Health) - Las sesiones grupales paraayudar a los pacientes con insuficiencia cardíaca a cuidarsemejor no reduce la tasa de mortalidad más que los consejosenviados por correo, revela un estudio de Estados Unidos.

    Los autores esperaban que enseñarles a los pacientes amanejar mejor la enfermedad, en la que el corazón no bombeasuficiente sangre, también la reduciría.

    Dos tercios de las hospitalizaciones por insuficienciacardíaca se deben a que los pacientes no cumplen lasrecomendaciones terapéuticas, como tomar los medicamentos,reducir el consumo de sal y hacer más ejercicio.

    La enfermedad afecta a 5 millones de estadounidenses ycausa 300.000 muertes por año, según los Institutos Nacionalesde Salud.

    Según el doctor James E. Calvin, del Centro Médico de RushUniversity, en Chicago, los nuevos resultados no significan quehacerse cargo de la enfermedad es inútil.

    "Los pacientes deben comprender su enfermedad, cómo actúanlos fármacos y cómo usarlos adecuadamente", dijo Calvin, queparticipó del estudio.

    Los autores probaron si las capacidades de autocuidado,como confiar más en los amigos y la familia o dejar losfármacos en un estante de la cocina para recordar tomarlos alpreparar el desayuno, haría la diferencia.

    Estudios previos no habían respaldado esa idea, pero habíansido pequeños y de corta duración. Esta vez participaron más de900 pacientes, seguidos durante 2-3 años.

    Al azar, la mitad concurrió a reuniones frecuentes, de 2horas, durante un año, para aprender de qué se trataba laenfermedad y cómo manejarla.

    La otra mitad recibió por correo los mismos consejos (deAmerican Heart Association y disponibles enwww.hearthub.org/hc-heart-failure.htm) y llamados telefónicospara conocer si habían comprendido el material.

    Durante el estudio se registraron 163 muertes uhospitalizaciones por insuficiencia cardíaca (40 por ciento) enel grupo con autocontrol y 171 (41 por ciento) en el otrogrupo.

    "La educación no dio resultado", dijo Calvin a ReutersHealth, aunque sugirió que podría haber beneficiado levemente alos pacientes de bajos ingresos.

    ¿Por qué no funcionaron las técnicas de autocuidado? "Unaexplicación sería que el grupo control recibió llamadostelefónicos para confirmar que había comprendido el materialenviado", señala un comentario editorial publicado sobre elestudio.

    Esa pequeña interacción con los profesionales superaría elcontacto que los pacientes reciben fuera de los ensayosclínicos.

    "Tantos tipos distintos de personas cuidan a los pacientescon insuficiencia cardíaca, desde médicos generalistas en laszonas rurales y pequeñas ciudades hasta cardiólogosdesconectados de un centro médico académico o grandeshospitales", indicó Mary Knudson, que enseña en Johns HopkinsUniversity, Baltimore.

    "Estoy segura de que varía bastante la forma en que uncuidador se comunica con los pacientes", agregó Knudson,sobreviviente de insuficiencia cardíaca y coautora de LivingWell with Heart Failure: The Misnamed, Misunderstood Condition(Johns Hopkins University Press, 2010).

    El cuidado adecuado a menudo demanda que el paciente tomeel control, sostuvo.

    "Comprender la insuficiencia, conocer cuáles son losmejores tratamientos y cumplirlos son clave para el éxito. Asílo fue para mí. Encontré sola las guías nacionales detratamiento y me di cuenta de que mis tres primeros cardiólogosno me habían indicado los fármacos básicos para tratar lainsuficiencia cardíaca y prolongar la vida: un inhibidor de laECA y un betabloqueante", recordó Knudson.

    Calvin coincidió en que sus colegas, los cardiólogos,deberían cumplir mejor las guías; sólo un tercio lo hace. "Losmédicos fallan tanto como los pacientes. Si el médico no lehabla a un paciente sobre los fármacos y la dieta, el pacientedebería buscar otra opinión", dijo.

    FUENTE: JAMA/Journal of the American Medical Association.