Empresas y finanzas
Boeing presenta su 787 Dreamliner, nave con la que busca recuperar su reinado
San Francisco (EEUU), 8 jul (EFECOM).- Boeing presentará hoy en su planta de Everett, en el estado de Washington, el 787 Dreamliner, un aparato fabricado a partir de un compuesto de alta tecnología que lo hace más ligero y con el que la compañía espera revolucionar la aviación civil.
Más de 47 aerolíneas de todo el mundo ya han comprado 677 unidades del 787, el mayor número de pedidos hechos por un avión antes de que entre en servicio, según dijo la compañía.
De hecho, la empresa anunció a última hora del sábado que había recibido 35 nuevos pedidos de su aparato por parte de Air Berlin, que comprará un total de 25 naves, y una compañía de alquiler de aviones de Kuwait, que adquirirá los 10 restantes.
Esto convierte al aparato, que se lanza en una fecha simbólica, el 7/8/07 (en inglés el mes se coloca antes del día), en un éxito antes incluso de que se presente oficialmente al público.
"Hay un sentimiento real entre las aerolíneas de que este es un producto revolucionario que va a transformar la industria", dijo Richard Aboulafia, de la firma de consultores The Teal Group, a ABC News.
Se trata del primer avión construido con un compuesto de alta tecnología, un tipo de plástico reforzado más ligero y fuerte que el aluminio, material que se utiliza tradicionalmente para la fabricación de aeronaves.
Gracias a su menor peso, el avión utilizará un 20 por ciento menos de carburante que su antecesor, el 767, lo que significa menos costes, polución y mantenimiento, ya que sufrirá menos corrosión.
El avión será más espacioso, con mayores ventanas y espacio para las maletas, aunque el diseño definitivo del interior dependerá de cada aerolínea.
Los pasajeros, asegura Boeing, se sentirán más cómodos porque gracias al material con el que está hecho, la nave está presurizada de manera diferente, lo que entre otras cosas significará más oxígeno y más humedad en la cabina de vuelo.
En su apuesta por el desarrollo de un avión de tamaño medio capaz de volar sin escalas entre casi cualquier ciudad del planeta, Boeing se ha gastado unos 8.000 millones de dólares.
Mientras tanto, su competidor Airbus optó por el súper-jumbo A-380, un avión del que sólo 14 aerolíneas han mostrado interés por el momento.
Boeing confía en que el avión, el primero que la compañía lanza en los últimos 13 años, insufle nueva vida a una empresa que en los últimos tiempos se ha enfrentado a escándalos corporativos y graves problemas de producción.
Lo hace en un momento en que la industria de la aviación está en crisis a causa de los crecientes costes de carburante, mayores medidas de seguridad y un mercado muy competitivo.
Boeing se enfrenta, además, a otros obstáculos, apuntan los expertos.
No está claro, por ejemplo, cuánto tardarán las autoridades estadounidenses en certificar un aparato que estará sometido a gran escrutinio porque nadie hasta ahora había construido un avión con este material en lugar del aluminio tradicional.
"Esto significa tener el avión adecuado en el momento adecuado con las capacidades adecuadas", dijo Randy Tinseth, uno de los vicepresidentes de la compañía.
El avión, que cuesta entre 146 y 200 millones de dólares, dependiendo del modelo, tendrá capacidad para entre 210 y 330 personas y se construirá utilizando un nuevo modelo de producción que se basa en contratistas de fuera, que fabrican las partes que después se ensamblan en Everett.
La japonesa ANA se convertirá en la primera aerolínea en utilizar el 787, en mayo del año próximo. EFECOM
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