Empresas y finanzas

Goldman Sachs se suma a la moda nuclear y comercializará con uranio



    De nuevo, el todopoderoso banco Goldman Sachs vuelve a situarse en el centro de la polémica después de que el New York Post asegurase que la entidad pretende sacar tajada del sector nuclear, especialmente después de adquirir una cantidad indeterminada de uranio tras las compra el año pasado de la unidad de trading energético de Constellation Energy Group.

    Goldman ha invertido mucho tiempo y dinero en crear su plataforma de commodities, que hasta ahora ha comercializado contratos de derivados energéticos. Además, también cuenta con subsidiarios que compran y venden físicamente esas commodities, como gas natural o petróleo, para respaldar dichos contratos con derivados.

    Muy pocos bancos de inversión, a parte de Goldman poseen, además del comercio de derivados, las commodities físicas que las respaldan, algo que ofrece una clara ventaja sobre la compañía, ya que puede negociar con mayor libertad el precio de su contratación.

    Hace aproximadamente un año, Goldman compró las operaciones de inversión energética de Constellation, una operación que la prensa pasó por alto, pero que incluía la compra de una cantidad indeterminada de uranio. Por aquel entonces, el consejero delegado de Constellation, Mayo Shattuck, afirmó que la venta de dichas operaciones así como de su negocio internacional de uranio afectaría a las cuentas trimestrales de la compañía.

    Más armamento nuclear

    Esto hecho es claramente significativo y promete traer cola, especialmente si nos hacemos eco de las teorías conspiratorias que ligan a Goldman Sachs con las empresas y gobiernos más poderosos del mundo. La inclusión del banco en el mercado de uranio demuestra un claro interés por parte de Goldman en esta forma de energía, lo que podría significar un incremento en armamento nuclear.

    Hasta la fecha, países como Rusia han expresado su especial interés por las reservas de uranio. De hecho, la compañía estatal rusa ARMZ adquirió recientemente el 50% de la exploradora de uranio canadiense Uranium One a cambio de 610 millones de dólares.

    De un tiempo a esta parte también los operadores de plantas de energía nuclear han aumentado sus inversiones en activos de uranio así como en compañías mineras encargadas de extraer el material radioactive.