Empresas y finanzas
El marido de la ex jefa del Palau presidía una filial de Ferrovial
Los patrocinios de Ferrovial al Palau de la Música pueden acabar por pasar una factura mucho más alta de lo esperado a la constructora de la familia Del Pino. La Oficina Antifraude de Cataluña ha elaborado un informe, al que ha tenido acceso elEconomista, en el que se detalla la existencia de un claro caso de conflicto de intereses entre la empresa y la institución cultural.
"Surge nuevamente aquí la cuestión del conflicto de intereses en relación con la doble posición de Ferrovial como miembro del Patronato de la Fundación y, al mismo tiempo, contratista del Palau. En este caso, se añade además el hecho de que el marido de la directora general de la Fundación, Sra. Rosa Garicano, tenía intereses económicos con Ferrovial, que ha resultado a la vez adjudicataria de importantes obras del Palau", asegura en el informe.
El marido de Garicano es Xavier Ribó. Y, según los datos del Registro Mercantil de Barcelona, fue presidente de Sotaverd, una empresa promotora catalana en la que Ferrovial tenía el 77 por ciento del capital, quedando el resto repartido entre diversas sociedades relacionadas con grupos de arquitectos.
Aunque la compañía acabó suspendiendo pagos en 1994 con un pasivo de 3.300 millones de pesetas - su principal acreedor era Caixa Catalunya- y fue liquidada años después, se da la circunstancia de que Garicano era ya en esa época directora financiera del Palau de la Música.
Comparecencia
Durante su comparecencia hace dos meses ante la comisión de investigación abierta en el Parlamento catalán, Garicano, que fue nombrada directora general del Palau de la Música hace diez años, fue preguntada ya por Xavier Ribó. En su respuesta, reconoció que era su marido y que había asesorado y colaborado con Ferrovial hasta el año 1995.
Xavier Ribó, que ocupa actualmente el cargo de director general de Barcelona Centre Logístic, es hermano de Rafael Ribó, síndic de Greuges de Catalunya (figura similar al defensor del pueblo) desde 2004. Fue precisamente la Sindicatura quien ya alertó de irregularidades en el año 2000.
En la misma línea que Garicano, el actual director de Relaciones Institucionales de la constructora, Juan Elízaga, dejó claro también que conocía a Ribó "desde hace muchos años". Según dijo, se trata de una persona que había colaborado comercialmente con Ferrovial, ayudando a la empresa a encontrar clientes.
Elízaga aseguró desconocer, sin embargo, cuál era la vinculación exacta con la empresa ni lo que hubiera podido cobrar por ese trabajo, negando tajantemente, eso sí, que éste antiguo directivo hubiera tenido ningún tipo de relación con el Palau de la Música.
Pese a que Garicano asumió el cargo de directora general del Palau en 2000, su vinculación laboral empezó en 1989. A su remuneración como directora le sumaba un fijo en función, curiosamente, de los patrocinios que alcanzaba, concretamente un 1 por ciento.
La ex directora del Palau dijo ante la comisión de investigación que no recuerda si existía una cláusula en los distintos convenios de patrocinio firmado entre Ferrovial y el Palau en que la institución catalana se comprometiese a apoyar a la constructora en el desarrollo de actividades en el marco de la sociedad catalana.
Sin embargo, en los acuerdos de patrocinio entre 1997 y 2000 Ferrovial sí que se aseguraba este respaldo, a la vez que se garantizaba que la Fundación solicitase "ofertas a las empresas del grupo Ferrovial Agromán para la contratación de cualquier obra o servicio que quiera realizar".
Garicano se desentendió de los contratos entre Ferrovial y el Palau, alegando que el patrocinio de la familia Del Pino no lo captó ella y que fue Félix Millet quien "invitó al señor Del Pino un día para enseñarle el Palau".
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