Telefónica lanza un órdago por Vivo de 7.150 millones
No será por dinero. Telefónica acaba de anunciar un nuevo incremento en su oferta por el operador de móvil brasileño Vivo, hasta los 7.150 millones de euros, lo que representa una mejora de 650 millones, el 10% respecto al precio que mantenía hasta el momento ó del 25% sobre su oferta inicial de 5.700 millones. Con esta maniobra de ultimísima hora, la compañía que preside César Alierta confía en desnivelar a su favor la votación en la junta de accionistas de Portugal Telecom (PT), algo que hasta medianoche de ayer se presumía casi imposible.
El último empujón de Telefónica en su empeño por adquirir el 30% que atesora Portugal Telecom en Brasilcel, sociedad que controla Vivo, se produjo curiosamente minutos después de que la Selección Española dejara fuera del Mundial a Portugal.
Mientras que ambos países digerían el resultado futbolístico, cada uno de manera radicalmente distinta, Telefónica ejecutaba un 'plan B' que tenía previsto desde que supo que la Junta de Accionistas de Portugal Telecom se celebraría el 30 de junio.
Los estrategias de Telefónica eran conscientes de que cualquier mejora en el precio debería producirse en la víspera, para así dificultar el consiguiente regateo. Dicha estrategia ganó peso cuando el regulador de los mercados lusos, la CVMV, impidió a los accionistas extranjeros hacer valer el 8% que había adquirido a través de los contratos de derivados de equity swap de Telefónica. Con todo en contra, no había más remedio que tirar de chequera, siempre sin comprometer los compromisos de deuda sobre ebitda.
¿Se aplazará la junta de PT?
La compañía española confía ahora en obtener una mayoría suficiente (la mitad más uno) de los accionistas del operador, pero las cosas no están claras. Ni mucho menos. En lugar de una derrota casi segura, Telefónica hace todo lo posible por pelear por Vivo con todos sus recursos.
También podría darse el caso de que el presidente de la Asamblea de Accionistas, António Menezes, aplazara la celebración de la junta de PT, prevista para hoy miércoles a las 11,00 horas (hora española). Menezes podría argumentar que, con una nueva convocatoria, se daría tiempo a los accionistas para que mediten la contraoferta, así como permitir el cambio de opinión a los accionistas que ya han realizado el voto por correo. Esa respuesta del árbitro conculcaría la convocatoria para decidir la actual oferta, o una mejorada, de Telefónica.
En cualquier caso, PT comunicó anoche a la CVMV que la oferta mejorada -y así las condiciones ya comprometidas por Telefónica el pasado 1 de junio que se mantienen inalteradas-, se someterían a consulta de los accionistas en la fecha inicialmente prevista, es decir, hoy 30 de junio.
Lo que ha quedado claro es la contundencia del mensaje del grupo español: pone más dinero sobre la mesa para que los accionistas de PT vuelvan a reconsiderar un precio difícilmente mejorable. Al mismo tiempo, Alierta deja sin apenas margen de reacción al Gobierno portugués, que durante las últimas semanas ha presionado a sus empresas y bancos de influencia en contra de la oferta del grupo español.
Una operación casi imposible
El caso es que, en la víspera de la junta, a Telefónica no le salían las cuentas por una cuestión absolutamente aritmética: Entre los votos del núcleo duro de la operadora lusa y el 10% bloqueado a Telefónica la cosa se presumía casi imposible.
Ahora, en el supuesto de que la participación en la junta alcance el 75% (superior a la cita en la que se rechazó la opa de Sonae hace tres años), el resultado final dependerá de la actuación de ciertos fondos internacionales, presuntamente próximos a los deseos de PT, pero que todavía no han desvelado sus intenciones. También falta por conocer la actuación de los pequeños accionistas lusos, ajenos a la disciplina nacionalista y que podrían mirar por su bolsillo.
En el anterior supuesto (de una participación en la junta del 75%), la mayoría simple exigiría el 37% de los votos. De dicho porcentaje, PT tiene públicamente asegurado el 28 por ciento, por lo que todavía debe conquistar un 9% para lograr su objetivo. En cualquier caso, cuanto mayor sea la participación en la junta, mayores serán las esperanzas de Telefónica. El misterio se puede resolver en cuestión de horas...si es que finalmente se mantiene la convocatoria de la junta.
Zeinal Bava, primer ejecutivo de PT, se veía ayer triunfador del pulso con Telefónica. De hecho, aseguró que su compañía respetará la decisión de los accionistas y desafió a que Telefónica tuviera idéntico comportamiento. "Vamos a dejar que los accionistas decidan. Cualquiera que sea la decisión, la respetaremos y Telefónica debería hacer lo mismo", dijo Bava en una conferencia sobre el sector de las telecomunicaciones organizada por el rotativo Diario Económico.
Los analistas de Bernstein explican que "da la sensación de que PT y Telefónica están jugando a la gallinita ciega. El problema con la gallina es que puede virar bruscamente en la dirección correcta en el último minuto y evitar el desastre, o todo lo contrario. Portugal Telecom ha contado una gran historia; pero si sus cálculos en relación al precio de la salida de Telefónica son erróneos, lo pagarán caro. Con primas como ésta [casi del 200%] ¿para qué arriesgarse?".