Empresas y finanzas

Los aviones sin piloto sobrevuelan la industria española de defensa

    El Ejército ya tiene el primer aparato no tripulado, fabricado íntegramente por empresas nacionales. <i>Foto: Archivo</i>


    El pasado domingo 3 de junio, durante el desfile del Día de las Fuerzas Armadas, algo llamó poderosamente la atención al público de León: la gente pudo ver los nuevos aviones no tripulados del Ejércitos, fabricados íntegramente en España.

    Denominados Siva (iniciales de Sistema Integral de Vigilancia Aérea, estos aparatos han sido diseñados por el INTA (Instituto Nacional de Técnica Aerospacial) y son operados por el Mando de Artillería de Campaña desde el pasado mes de septiembre.

    Pero ¿para qué sirven realmente estos aviones? Con trescientos kilogramos de peso y cinco metros de envergadura, el Siva es el resultado final de más de quince años de investigación y puede realizar labores de reconocimiento a 4.000 metros de altura, con una autonomía de vuelo de seis horas y aproximadamente 150 kilómetros de alcance.

    Para la guerra moderna

    El avión no tripulado es el último exponente de la guerra moderna. Es capaz de infiltrarse en las líneas del enemigo, captar la situación al otro lado del frente y comunicarlo al centro de mando sin necesidad de arriesgar vidas humanas en labores de reconocimiento.

    El Siva no es el único avión sin tripulación del que pueden presumir las Fuerzas Armadas españolas. El Searcher Mk II (en la imagen) es un aparato fabricado por EADS Casa, Indra y la empresa israelí IAI (Israel Aerospace Industries) para el Ejército de Tierra. A todos estos aviones se les denomina UAV (Unmanned Aerial Vehicle, Vehículo Aéreo sin Tripulante).

    El contrato está valorado en 17 millones de euros y incluye la fabricación de cuatro aviones sin piloto, una estación de control en tierra y un terminal de datos en tierra.

    El Searcher Mk II será una pieza fundamental para el apoyo de las tropas desplegadas en Afganistán y para futuras misiones de paz en las que participe el Ejército Español. Este avión no tripulado tiene una mayor operatividad (prácticamente el doble) que el diseñado por el Inta, ya que se eleva a 8.000 metros, tiene una autonomía de vuelo de 15 horas y un radio de alcance de 250 kilómetros de euros.

    Estas dos experiencias en aviones no tripulados quedan aún muy lejos de los aparatos que llevan funcionando muchos años en países como Estados Unidos, Israel Francia y Alemania. Pero esta diferencia de tecnología se podría reducir en los próximos años con nuevos programas en los que va a participar España.

    Uno de ellos es del consorcio aeronáutico europeo EADS y se denomina programa Neuron. En marzo de 2006, Thomas Enders, uno de los dos consejeros delegados de la compañía, aseguraba que le habían pedido a España que participara en el proyecto con la compra de entre cincuenta y cien aparatos. Hasta que llegue todo este contingente, España se bastará con los cuatro Searcher Mk II.

    El programa Neuron nace como un acuerdo de colaboración entre EADS Casa y Dassault Aviation (fabricante del conocido caza bombardero Rafale) y esta previsto que el primer vuelo lo realice en 2010.

    De la Guerra Fría a hoy

    Aunque ya existían en los años cuarenta como blancos aéreos para entrenar las tropas de combate, durante la Guerra Fría los Estados Unidos los emplearon para sobrevolar territorio soviético. Posteriormente también se emplearon en misiones de reconocimiento tras el despliegue de misiles en Cuba, que pudo desembocar en la Tercera Guerra Mundial.

    Otro país con tecnología propia en este terreno es Israel, que desarrollo su propio avión sin piloto y se convirtió en el líder mundial en la producción de estos vehículos. Los utilizó con éxito en la guerra con el Líbano y en la Operación Paz para Galilea.

    El comportamiento de los UAV en situaciones bélicas quedó demostrado en la Guerra de Irak, donde el célebre modelo norteamericano Predator fue empleado masivamente durante el conflicto: sólo fueron derribados tres aviones. Unas cifras impresionantes.