Justicia helvética absuelve a los 19 acusados por quiebra de Swissair
Ginebra, 7 jun (EFECOM).- Los diecinueve acusados por la quiebra en 2001 de Swissair, durante siete décadas la aerolínea de bandera de Suiza, fueron absueltos hoy por la Justicia, que además dispuso que los procesados sean indemnizados con 3 millones de francos (1,8 millones de euros).
El Tribunal de Bülach, una localidad cercana a Zúrich, anunció hoy su veredicto, al término de un proceso que se inició en marzo de 2006, cuando la Fiscalía suiza presentó su acta de acusación.
En ella se pedían penas de prisión de entre 6 y 28 meses, así como multas individuales de hasta 1,08 millones de francos (667.000 euros, al tipo de cambio de ese entonces).
Sin embargo, en su decisión final, los jueces no retuvieron ninguna de las acusaciones de la Fiscalía y, por el contrario, acordaron indemnizar a los acusados.
Durante los 29 días que duró la audiencia, entre enero y marzo pasados, todos los denunciados se declararon inocentes.
El único que corría el riesgo de recibir una sentencia de prisión efectiva era Mario Corti, quien fuera máximo responsable de AirGroup (matriz de Swissair), contra quien se había pedido 28 meses de cárcel y una sanción de más de un millón de francos.
Después de más de cuatro años de investigaciones, la Fiscalía denunció a varios de los más altos ejecutivos de Swissair, de lo que varios formaban parte de la elite económica suiza y a quienes responsabilizó de delitos de gestión desleal y fraudulenta, falsedad documental y disminución efectiva del activo en perjuicio de los acreedores, entre otros.
Entre los absueltos se encuentran Eric Honegger, presidente del Consejo de Administración en el momento de la dimisión en bloque de sus miembros, y Philippe Bruggisser, ex presidente de Swissair antes de Mario Corti.
Asimismo, fueron declaradas inocentes otras personalidades que formaban parte de esa instancia, como el ex presidente del Crédit Suisse Lukas Mühlemann, el máximo accionista de la cementera Holcim y uno de los hombres más ricos de Suiza, Thomas Schmidheiny, el ex ministro y consejero de otras grandes compañías, Vreni Spoerry y el banquero ginebrino Bénédict Hentsch.
En el proceso, las defensas pidieron la absolución de los acusados y el pago de indemnizaciones por considerar que sus defendidos habían hecho todo lo que estuvo a su alcance para salvar a Swissair, que cesó definitivamente sus actividades el 31 de marzo de 2002 ante su incapacidad para pagar sus deudas.
El hundimiento financiero de la compañía aérea se atribuyó en gran medida a su agresiva política de expansión, que terminó costando al Estado suizo cerca de 3.000 millones de euros.
Tras paralizar por primera vez sus vuelos el 2 de octubre de 2001, Swissair recibió un crédito de ayuda de 450 millones de francos que le permitió reanudar sus operaciones y ,a mediados del mes siguiente, el Parlamento federal le acordó otro crédito, de 2.100 millones de francos.
Sin embargo, la aerolínea dejó de operar de manera definitiva a finales de marzo de 2002 para dar paso, gracias a la financiación de la Confederación Helvética, a la nueva compañía Swiss.
Tras tres años de no poder superar los balances deficitarios, esa última compañía fue adquirida a su vez por la alemana Lufthansa y, desde entonces, sus resultados financieros han mejorado notablemente.
Los esfuerzos y maniobras que realizaron hasta último momento los administradores de Swiss para mantenerla a flote inspiraron la película "Grounding", que salió a las pantallas a inicios de 2006 y avivó el debate sobre las responsabilidades en la quiebra de Swiss, una de las compañías que mejor simbolizaba el orgullo de los suizos.
Entre los motivos de fondo a las que la defensa de los acusados atribuyó la desaparición de Swiss está el aislamiento que supuso para Suiza el no haberse incorporado al Espacio Económico Europeo (EEE), tras una decisión adoptada por referéndum.
Igualmente, aludieron a la crisis en la que se hundió el sector aéreo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EEUU. EFECOM
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(con fotografías)