Empresas y finanzas

La Seda usó a Nuevo Sol Granadella para inflar el beneficio de 100 millones

    El actual presidente de La Seda, Jose Luis Morlanes. <i>Foto: Archivo</i>


    Las investigaciones policiales sobre La Seda de Barcelona han puesto su acento en las relaciones que mantenían el ex presidente de La Seda, Rafael Español, y el actual, José Luis Morlanes, con el grupo de empresas Nuevo Sol Granadella. Ambos han utilizado a este grupo como apoyo para gestionar la compañía.

    La operación de mayor tamaño cerrada entre La Seda y Nuevo Sol Granadella corresponde a la venta de una licencia para la fabricación de plástico PET por 100 millones de euros, cifra que ayudó a incrementar los resultados extraordinarios de la química catalana.

    El 17 de octubre de 2007 se firmó la venta de los derechos de licenciamiento de esa tecnología a la empresa Provimola, que es la sociedad matriz de Nuevo Sol Granadella. Un año después, tal y como consta en el hecho relevante comunicado por La Seda a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (con fecha 8 de julio de 2009), la operación de venta se retrotrajo.

    Operación de maquillaje

    Según consta en los informes de auditoría de La Seda de los ejercicios 2007 y 2008, los derechos de licenciamiento supuestamente vendidos ni se dieron de baja en el activo de la sociedad en el momento de la venta, ni se dieron de alta en el momento de su recuperación. En opinión de los accionistas minoritarios de la compañía, "muy probablemente los derechos nunca existieron y se trata de una nueva operación de maquillaje contable para subir y bajar los beneficios de la compañía a su antojo".

    Las relaciones en Español, Morlanes y Carlos Gutiérrez Mondedeu, de Provimola, son cada vez más numerosas. Además de la compraventa de la licencia, entre ellos hay diversas operaciones inmobiliarias que los relacionan. La principal es el pago de 17,4 millones de euros por parte de La Seda a Nuevo Sol Granadella a través de la filial Jatroil.

    Los vínculos de Morlanes

    Ese importe inicialmente estaba destinado a la búsqueda de terrenos para cultivar jatrofa (vegetal utilizado para la fabricación de biocombustibles). Sin embargo, una parte de ese dinero fue utilizado para comprar una finca de la propia Seda en el Prat de Llobregat (Barcelona).

    Morlanes, que en una entrevista con elEconomista aseguró que desconocía la sociedad Nuevo Sol Granadella, también mantuvo tratos con esta compañía a nivel individual. Tal y como publicó este diario, en 2008, según consta en Hacienda, Morlanes cobró 290.000 euros de Nuevo Sol Granadella a través de su empresa familiar Iter Metropolità, compañía en la que comparte la propiedad con su esposa Rosario Flores.