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Frangialli: desregulación sector aéreo multiplicará tráfico y contaminación



    Madrid, 3 jun (EFECOM).- La desregulación del transporte aéreo, que se iniciará parcialmente con la entrada en vigor en 2008 del acuerdo de "cielos abiertos" entre Europa y Estados Unidos, multiplicará el tráfico mundial, dijo a Efe, el secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Francesco Frangialli.

    No obstante, ese considerable incremento en el volumen de vuelos y rutas tendrá su lado negativo: una mayor contribución del sector al cambio climático, duplicando su actual peso, situado entre un 2% y un 3%, según Frangialli.

    En general, la industria turística se considera más víctima que infractora del calentamiento global, con una contribución del 5%, que en 2050 podría pasar a ser del 10% si los gobiernos, las compañías aéreas, los gestores aeroportuarios y los organismos de aviación civil no adoptan medidas preventivas que compensen el aumento de tráfico estimado.

    La Comisión Europea tiene previsto incluir el transporte aéreo en el sistema de comercio de emisiones de gases de efecto invernadero en 2011 o 2012, decisión que en un principio se encontró con el rechazó de las aerolíneas, ya que tendrán que certificar las cantidades de emisiones de CO2 que lanzan a la atmósfera, lo que podría aumentar el coste de los billetes.

    Pese a ello, la mayoría de las compañías aéreas, entre ellas, British Airways, Air France o Swiss, están ya de acuerdo con la propuesta de la UE, incluso algunas aerolíneas de bajo coste como EasyJet han asumido su responsabilidad en el proceso, aunque exigen que se reduzca el tiempo de espera en el aire antes de aterrizar y los recorridos en tierra desde y hacia las terminales, durante los cuales la contaminación es aún mayor.

    La alternativa más limpia al transporte aéreo es el tren, por el uso de energías renovables, pero fuera de Europa no existe demasiada tradición ferroviaria, debido a que las distancias dentro del continente e incluso del país (América o Asia) superan los 1.000 kilómetros, límite de la competitividad del ferrocarril frente al transporte aéreo.

    La desregulación traerá también otro fenómeno, el de concentración del sector mediante fusiones y absorciones entre compañías, proceso al que el directivo de la OMT se mostró favorable, a condición de que no se abuse de situaciones de monopolio, frenando la entrada de nuevos operadores en el mercado.

    A pesar de que la prioridad de las empresas es buscar su propio beneficio, por lo que no les interesan rutas poco rentables -por ejemplo España cuenta con poca cobertura a Asia, África o Europa del Este-, Frangialli está convencido de que las compañías pondrán vuelos a todos aquellos destinos, a los que les lleve la demanda del creciente mercado emisor.

    La red aérea puede de esta forma contribuir al equilibrio en la distribución geográfica del turismo mundial que, pese al continuo incremento de los movimientos turísticos se concentra en determinadas zonas, llegando a menudo a su congestión.

    Por ello, el directivo de la organización insistió en la importancia que tiene para el futuro del turismo la colaboración entre las Administraciones y el sector privado en materia de la gestión del transporte aéreo y en general de la industria turística.

    No obstante, el turismo se mundializa poco a poco, lo que arroja la comparación entre los datos del 1950, cuando los 15 primeros destinos mundiales capitalizaban un 87% de las llegadas de visitantes extranjeros, y los del 1970, cuando se redujo a un 75%, y en el 2005, al 57% del total, recordó Frangialli. EFECOM

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