Empresas y finanzas

Bush elige a Robert Zoellick para curar las heridas del Banco Mundial



    Teresa Bouza

    Washington, 30 may (EFECOM).- El presidente de EEUU, George W. Bush, designó hoy al ex diplomático y ex representante de Comercio Robert Zoellick como su candidato a la presidencia del Banco Mundial (BM), alguien que, según dijo, está "enormemente preparado" para el puesto.

    "Bob Zoellick ha tenido una larga y distinguida carrera (...) que lo ha preparado bien para su nuevo cargo", indicó Bush, quien elogió las dotes de liderazgo de su candidato, así como su capacidad para motivar a los empleados y concentrarse en los resultados.

    Zoellick, de 53 años, sustituiría al actual presidente, Paul Wolfowitz, que abandonará el cargo el próximo 30 de junio en medio de un escándalo relacionado con el ascenso e incremento salarial de su pareja, Shaha Ali Riza, una funcionaria del BM.

    De ser confirmado, tendrá que ayudar a curar las heridas de una institución profundamente dividida a raíz de la controversia que provocó la caída de Wolfowitz.

    El candidato de la Casa Blanca dejó hoy constancia de esas tensiones al señalar, durante la ceremonia de nombramiento en la Casa Blanca, que el organismo "ha pasado por momentos difíciles".

    Añadió que para "todos los involucrados existen frustraciones, ansiedades y tensiones que podrían inhibir el futuro", una situación que describió como "entendible y remediable".

    Aseguró que el organismo multilateral necesita dejar atrás las desavenencias y dijo creer que los mejores días para el Banco Mundial "todavía están por llegar".

    Bush insistió en que su candidato es el "hombre adecuado" para afrontar los desafíos pendientes, entre los que figura el de restablecer la dañada reputación del Banco alrededor del mundo.

    Además, tendrá que convencer a los países donantes que contribuyan con cerca de 30.000 millones de dólares a la Asociación de Desarrollo Internacional (IDA), el brazo del BM que ofrece préstamos baratos y donaciones a las naciones más pobres.

    Su nombramiento, que se filtró a la prensa el martes, ha recibido una cálida acogida pese a perpetuar una tradición que muchos consideran necesario eliminar: la de que la Casa Blanca sea la encargada de elegir al presidente del Banco.

    La costumbre se remonta a finales de la II Guerra Mundial, cuando nacieron el BM y su institución hermana, el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuyo liderazgo recae siempre en manos europeas.

    Líderes políticos y organizaciones expertas en temas de desarrollo han cuestionado esa práctica en las últimas semanas y la propia Asociación de Empleados del Banco pidió que la elección del candidato se basase en sus méritos y no en su nacionalidad.

    Nada hace prever, de todos modos, una sorpresa de última hora dado que EEUU, el socio mayoritario del BM, cuenta con el beneplácito de los líderes europeos, lo que en principio parece más que suficiente para garantizar la aprobación de Zoellick.

    Aun así, y en un gesto simbólico sin precedentes, el Consejo Ejecutivo del BM, integrado por 24 directores que representan a los 185 miembros de la entidad, señaló a última hora del martes que espera recibir más de un candidato a la presidencia.

    "Cualquier director ejecutivo puede realizar nominaciones", indicó el Consejo en un comunicado, en el que señala que "espera recibir nominaciones hasta el 15 de junio y completar el proceso de selección del presidente del Banco para el 30 de junio".

    Zoellick, en la actualidad alto ejecutivo del banco de inversión Goldman Sachs, tiene fama de republicano fiel pero también de hombre pragmático, a diferencia de Wolfowitz, considerado un ideólogo.

    Nacido en 1953 en Naperville (Illinois), recibió una elitista educación en las universidades de Swarthmore y Harvard.

    Desarrolló desde joven su carrera en Washington, ciudad en la que trabajó a partir de 1985 en el Departamento del Tesoro a las órdenes de James Baker, quien se convirtió en uno de sus mentores.

    En su larga carrera política destaca su responsabilidad como secretario de Comercio (2001-2005) y su puesto como "número dos" del Departamento de Estado (febrero de 2005- junio de 2006), donde se hizo cargo de las relaciones con China y del manejo de la crisis en la región sudanesa de Darfur. EFECOM

    tb/mv/prb