Empresas y finanzas

Comienza el mayor juicio por fraude financiero en Bélgica



    Bruselas, 21 may (EFECOM).- El mayor juicio por fraude financiero de la historia belga comenzó hoy en un tribunal de Gante con el inicio de la vista por la presunta falsificación de las cuentas de la desaparecida empresa Lernout & Hauspie (L&H).

    Más de 13.300 pequeños accionistas se han personado en el caso a través de dos asociaciones, que reclaman indemnizaciones de hasta 300 millones de euros.

    En medio de un gran interés mediático y con la presencia de un centenar de perjudicados, el presidente del tribunal, Robert Pieters, controló la identidad de los 21 acusados, leyó las disposiciones prácticas y dio la palabra a la Fiscalía federal.

    La fiscal Ann De Braekeleer comenzó criticando las maniobras en los medios de comunicación de algunos de los acusados para intentar desviar la atención de la esencia del caso que, según recordó, es si se cometió o no fraude en las cuentas de la empresa, dedicada a la tecnología de reconocimiento de voz.

    En una ronda previa en la que los abogados podían hacer solicitudes o plantear cuestiones de procedimiento, sólo los letrados de dos principales acusados -los fundadores de la empresa, Jo Lernout y Paul Hauspie- pidieron que el juicio se interrumpa para preparar mejor su defensa.

    Sus clientes fueron inculpados en marzo de 2006, ocho años después de los hechos, por lo que sus abogados consideraron que no habían tenido tiempo suficiente para leer el sumario, que cuenta unas 350.000 páginas.

    Todos los acusados estaban presentes en el Centro Internacional de Convenciones de Gante que por motivos de espacio hace de sala para el juicio, que durará hasta finales de año.

    El juez tendrá que pronunciarse sobre la implicación en el presunto fraude de 21 personas y entidades, entre ellos Jo Lernout y Paul Hauspie, pero también la auditora KPMG y el banco Dexia.

    Los gestores de L&H, fundada en 1987, están acusados de inflar artificialmente los ingresos, entre abril de 1998 y noviembre de 2000, para mantener elevado el precio de las acciones, práctica que salió a la luz y que provocó la desaparición de la compañía.

    Según la Fiscalía federal, L&H, que tenía 90.000 accionistas en Bélgica y un número no determinado en el extranjero, contabilizó a finales de los años noventa una cifra de negocios ficticia de al menos 166 millones de euros y otra de al menos 143 millones de euros en los dos primeros trimestres de 2000.

    Jo Lernout, que dice ser víctima de una conspiración procedente de EEUU, dijo a una cadena de televisión que quiere llamar a testificar al príncipe Felipe, heredero del trono belga, así como a los entonces ministros Marc Verwilghen y Johan Vande Lanotte y el ex primer ministro Jean-Luc Dehaene.

    Para que el príncipe pueda comparecer como testigo, el rey Alberto II debe firmar un real decreto extraordinario mediante el que autoriza el testimonio de su hijo mayor. EFECOM

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