Empresas y finanzas
Hacienda admitió que Afinsa era financiera pero no se reguló como tal
MADRID. El laberinto en que se halla inmerso el escándalo filatélico de Afinsa y Forum se complica cada día más. Todas las partes implicadas parecen tener problemas para explicar su actuación durante los 25 años en que ha dejado actuar libremente, y sin ninguna supervisor, a estos negocios.
La misma Agencia Tributaria, que lleva una década investigando las cuentas de los gigantes filatélicos, reconoció hace un año que el funcionamiento de estas sociedades es similar al de las entidades financieras. Entonces, deberían haber estado sometidos a la vigilancia del Banco de España.
En septiembre de 2005, en contestación a un ahorrador de Afinsa, y basándose en consultas similares, Hacienda ya reconoció que los distintos contratos de compra venta de sellos constituyen "una única operación financiera".
Este tipo de actividades debe tributar, según la Agencia, como rendimiento de capital mobiliario. Es decir, tiene el mismo tratamiento fiscal que un depósito bancario, ya que se trata de "ceder capital a terceros para obtener un rendimiento". Un razonamiento que contradice que la Administración clasificara a Afinsa como sociedad mercantil, en vez de financiera.
Rentabilidad
Para justificar su argumento, la Agencia Tributaria aclara que no se trata de una simple compraventa de sellos, ya que la ganancia que obtendrá el ahorrador no depende de "las posibles fluctuaciones que tuvieran en el mercado los precios de dichos bienes".Además, en los contratos sellados con Afinsa, el ahorrador se garantizaba una rentabilidad. Por tanto, su inversión no corría los riesgos propios de posibles depreciaciones en el valor de los sellos. El riesgo, en cambio, era asumido por la compañía, que se comprometía a recomprárselos si no encontraba en el mercado la manera de venderlos con la rentabilidad pactada. "En consecuencia, parece que el importe de la inversión inicial, y la duración de la misma, más que los valores filatélicos concretos, son los factores que determinan el beneficio de la operación", señala Hacienda.
Por tanto, la Agencia Tributaria está reconociendo que Afinsa operaba con productos comparables a los depósitos bancarios. Sin embargo, dejó que el gigante filatélico siguiera operando con normalidad y captando nuevos clientes durante otros ocho meses más.
Si las acusaciones vertidas por el juez Santiago Pedraz contra la compañía salen adelante, la Agencia Tributaria será, probablemente, su principal acreedor, por los presuntos delitos contra la Hacienda Pública y blanqueo de dinero que le achacan.
Sin embargo, también puede verse salpicado por la lluvia de responsabilidades que prevén pedir ante los Tribunales las personas afectadas por el escándalo. Al haber admitido que las actividades de Afinsa son financieras, los ahorradores podrían pedir responsabilidades al Estado por no haber supervisado las actividades de la compañía.