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En países pobres, hijos de madres altas son más saludables



    Por Rachael Myers Lowe

    NUEVA YORK (Reuters Health) - En los países en desarrollo,las madres más altas tienden a tener hijos más saludables ymenos propensos a morir en la infancia, tener bajo peso oproblemas de crecimiento, según un estudio.

    Al mismo tiempo, la alimentación saludable en laadolescencia y el retraso del matrimonio y la maternidad daríancomo resultado adultas más altas.

    "Es la primera vez que vemos un efecto de la salud materna,según la altura, en la niñez de sus hijos", dijo S. V.Subramanian, de Harvard School of Public Health.

    El equipo de Subramanian analizó datos de salud de 54países en desarrollo del período 1991-2008 para un total decasi 3 millones de nacimientos de más de tres cuartos de millónde mujeres de entre 15 y 49 años.

    A las mujeres se les dividió en categorías de altura, entremenos de 1,49 y más de 1,60 metros.

    Casi el 12 por ciento de los niños murió antes de los 5años.

    El equipo halló que con una menor altura, el riesgo de queun niño muriera aumentaba "significativamente".

    Los hijos de las mujeres más bajas tenían un 40 por cientomás riesgo de morir en la infancia que los hijos de las mujeresmás altas. Estos niños tenían 1 posibilidad en 14 de morir,mientras que los hijos de las mujeres más bajas tenían 1posibilidad en 7 de morir.

    Las diferencias fueron aún mayores al analizar losproblemas de crecimiento.

    Cuanto menor era la categoría de altura de la madre,"significativamente más alto" era el riesgo de que su hijotuviera bajo peso o problemas del desarrollo.

    La altura materna fue "el factor más importante" paradeterminar el riesgo de sufrir problemas de crecimiento:influyó 2 veces más que la educación materna y 1,5 veces másque el ingreso.

    Es desconocido si los resultados son aplicables a lasnaciones más ricas, pero Subramanian lo descartó debido alentorno tan distinto en el que nacen los niños en los paísesdesarrollados.

    Aun así, "hay poblaciones marginales (con altas tasas desubnutrición materna e infantil) en los países desarrollados alas que se aplicarían estos resultados/asociaciones", dijo aReuters Health el doctor Parul Christian, de Johns HopkinsBloomberg School of Public Health, que no participó en elestudio.

    En Journal of the American Medical Association, el equipode Harvard indicó que los datos sugieren que lo adquiridoafecta lo innato de una generación a otra.

    "Es el primer estudio que demuestra un pasajeintergeneracional de una ventaja en la salud física", dijoSubramanian.

    Dado que la altura en la edad adulta "refleja el entornonutricional estresante de la madre en la infancia", losresultados podrían modificar el diseño y el objetivo de losprogramas nutricionales.

    "Debemos concentrarnos en intervenciones con alcanceintergeneracional, lo que ocurre sólo cuando se invierte en losniños, en especial en las niñas de entre 5 y 15 años", dijoSubramanian.

    En un editorial sobre el estudio, Christian escribió que elestudio destaca "el enorme desafío" y el valor de resolver lasubnutrición materna y la baja estatura para contrarrestar lamortalidad y la subnutrición infantil en el mundo endesarrollo.

    "Eso podría demorar varias generaciones, pero hay quecomenzar en algún momento. La próxima generación será un pocomejor", dijo Christian a Reuters Health.

    FUENTE: Journal of the American Medical Association, 21 deabril del 2010.