...y si prefiere ir de menú, quédese con los mejores fondos
¿No es un placer ir a un restaurante sabiendo que coma lo que coma va a estar sabroso? En inversión también existe esa posibilidad. Conozca qué fondos dejan buen sabor de boca en su cartera.
Los más sibaritas dirán que para comer bien se necesita tener dinero y elegir siempre a la carta. Pero ese lujo no siempre se lleva en la industria financiera. Y es que, ¿por qué hay que decidir sobre un plato a ciegas, gastarse un sueldo en él y encima correr el riesgo de que no le guste? A veces lo económico también puede ser rentable. Sobre todo si uno elige un restaurante de esos de toda la vida en el que sabe que cualquier cosa que pida del menú diario, además de alimentarle, le gustará sin agujerearle el bolsillo.
Al igual que los comensales pueden elegir entre un menú diario y un plato a la carta, los inversores pueden optar por comprar acciones o por adquirir fondos que inviertan en ellas. Quizá a un inversor que esté pendiente del mercado en todo momento y cuente con una amplia cultura financiera le merezca más la pena la primera opción. Él se lo guisa y él se lo come. Pero lo más idóneo para un inversor que no esté siempre encima del mercado es contratar fondos de inversión que estén en manos de gestores profesionales. Basta con elegir a un buen cocinero para que la comida, guise quien lo guise, resulte no sólo sabrosa, sino sobre todo rentable. "Para un inversor es muy difícil saber en un momento determinado Telefónica es mejor opción para invertir que Telecom Italia, por eso el fondo de inversión es el producto más potente que existe", afirma Javier Núñez de Villavicencio, consejero delegado de BNP Investment Partners.
elEconomista ha elaborado para este inversor su propia guía gastronómica para ahorrar al lector la difícil tarea de tener que seleccionar entre los más de 20.000 fondos que hoy se comercializan en el mercado español. Lo ha hecho por países porque al igual que cada cocinero tiene su especialidad, cada gestor tiene su universo de inversión. Y se han tenido en cuenta dos ingredientes: que sea rentable a medio plazo y que sea económico, es decir, que no tenga una elevada inversión mínima.
La mejor paella se sirve con B
Con B de Bankinter y de Bancaja. Ambas gestoras son las que cuentan con los fondos de renta variable española más rentables a medio plazo: BK Bolsa España 2 y Bancaja Renta Variable.
El primero de ellos está cocinado por Jaime de Borbón y en la actualidad su menú principal lo componen empresas como Telefónica, Santander o Iberdrola. No siempre ha sido así. De hecho, a finales de 2009 BBVA ocupaba la posición que ahora ocupa Iberdrola. Y no es el único cambio. Sólo en el mes de febrero ha reducido exposición en valores como Acciona, Técnicas Reunidas y BBVA. Por el contrario, ha comprado acciones de Telecom Italia- invierte un 9 por ciento en valores europeos no españoles-, Ferrovial o Iberdrola Renovables, según los datos de Morningstar. Pese a que en 2010 el fondo se encuentra en la media de su categoría, ha conseguido cerrar los últimos tres ejercicios con rentabilidades superiores a la media. Incluso en 2008, año en el que el Ibex 35 cerró con pérdidas de más del 30 por ciento como consecuencia de la crisis financiera, este producto consiguió que sus partícipes no se atragantaran, al menos no demasiado, ya que despidió el ejercicio con minusvalías del 23,87 por ciento. Ésta es una de las razones que explican que sea el único producto que ha premiado a sus partícipes con ganancias anuales superiores al 10 por ciento en el último lustro. "El objetivo es batir al índice y para ello sobreponderamos o infraponderamos sectores. Ahora nos gustan la tecnología, medios, Internet y consumo", afirma el gestor.
Un poco menos, un 9,32 por ciento, es la rentabilidad que han saboreado los comensales que se han sentado a la mesa de Bancaja Renta Variable durante los últimos cinco años. Al igual que muchos de sus colegas, confía en ingredientes clásicos para configurar su cartera. Así, según los úl- timos datos disponibles, sus mayores posiciones se encuentran en Telefónica, BBVA y Banco Santander.
Platos continentales
No son pocos los inversores que tras la intoxicación que se ha producido en el mercado griego, han decidido dejar de acudir a los restaurantes portugueses o españoles, no fuese a ser que ese problema terminara propagándose. Los inversores han optado por sustituir la ensalada griega o el cocido español por cartofens y fondues. Es decir, han cambiado los fondos de países periféricos por otros que invierten en mercados más seguros, como son Francia y Alemania.
Si dentro de este último se ha decantado por el menú que ofrece DWS Deutschland, seguro que se ha quedado con un muy buen sabor de boca. Este producto insignia del banco alemán se registró en España hace tan sólo unos meses, pero tiene más de 15 años de vida. Además es, con diferencia, el mejor de la bolsa alemana, ya que es el único que ha batido año tras año durante los últimos cinco a su categoría. En 2010 se anota un 8,46 por ciento de rentabilidad y ha premiado a sus partícipes con ganancias anuales superiores al 11 por ciento durante el último lustro. Y su potencial, a medida que la maquinaria germana gana atractivo como destino de inversión, no deja de crecer. "Alemania tiene una fuerte exposición al sector exportador y es uno de los principales beneficiados de la recuperación en países emergentes". Así es como resumen desde DWS el potencial que presenta la tierra teutona a corto plazo.
Y si Alemania es la locomotora de Europa, Francia podría ser el maquinista. De momento, su principal índice, el Cac 40, sólo tiene cuatro compañías que cuentan con recomendación de vender sus títulos, según el consenso de mercado que recoge FactSet, frente a las nueve del Ibex 35. ¿Cómo puede beneficiarse el inversor español de este potencial? Hay dos opciones: fondos cuyo índice de referencia sea el Eurostoxx 50 o productos que sólo cocinen sus carteras con productos exclusivamente made in France. Dentro de estos últimos destaca el comportamiento que a largo plazo ha tenido FF - France A Euro, de Fidelity Funds. Cocinado por Vincent Durel, invierte el 98 por ciento de la cartera en títulos galos. En la actualidad tiene sus principales posiciones en la petrolera Total, el banco BNP Paribas, una de las pocas entidades europeas con recomendación de compra, y la farmacéutica Sanofi Aventis, aunque en todas ha reducido su exposición en el último mes. Su talón de Aquiles es la comisión de gestión: un 2 por ciento anual, de las más altas del mercado.
El 'sushi', más de moda que nunca
Puede que a muchos la comida japonesa aún les imponga cierto respeto, pero lo cierto es que cuando uno la prueba, sólo piensa en repetir. Con el mercado de acciones nipón la cosa nunca ha estado tan clara. Encadena ya dos décadas de pérdidas, pero parece que este año podría poner un punto y aparte a esa historia. De hecho, la última encuesta a gestores realizada por Merrill Lynch- Bank of America confirma que el apetito por el sushi bursátil no deja de crecer. Tanto que el 12 por ciento ya sobrepondera la bolsa nipona en sus carteras, el nivel más alto desde julio de 2007.
De momento no se equivocan, puesto que los fondos que invierten en el parqué nipón ganan de media un 15 por ciento en el año. De los 500 fondos que se comercializan en España, destaca el comportamiento de Invesco Japanese Equity Core A, con una rentabilidad anualizada del 6,10 por ciento en los últimos cinco años. El producto, que ha recibido el premio de Morningstar al mejor fondo de bolsa japonés, invierte en compañías infravaloradas históricamente, aunque éstas sean contrarias al consenso.
'Hot dogs' y 'fish&chips'
Es cierto que los ingleses y los americanos no se caracterizan por tener una gastronomía de calidad, pero sus mercados sí presentan buenas oportunidades para alimentar las carteras. En el restaurante de bolsa estadounidense, muy cotizado estos meses por los buenos datos macroeconómicos que se han cocido en EEUU (empleo, incluido), hay dos menús que merece la pena probar: Fortis Opportunities USA Acc y UBS (Lux) IF Midcap US Equity BA. Ambos ganan más del 8 por ciento a cinco años y ninguno lo consigue por invertir en grandes valores. De hecho, el primero se centra en companías ligadas al lucrativo negocio del oro y el segundo opta por empresas de mediana capitalización.
Y para probar el mejor menú inglés, qué mejor que dos cocineros ingleses: Simon Haines, gestor de Threadneedle UK Mid 250 Ret Net, y Tom Dobell, cocinero de M&G Recovery A EUR. Entre los últimos movimientos que ha llevado a cabo el primero de ellos está "la compra de acciones que tienen buenos fundamentales pese a que hayan caído, como la inmobiliaria Barrat, o que tengan buena gestión como la constructora Travis Perkins", afirma su gestor. El fondo de M&G, por su parte, no sólo es uno de los más antiguos del mercado (acaba de celebrar su 40 aniversario). También es de los pocos que ha batido sistemáticamente al resto de productos de su categoría. Su ingrediente secreto lo explica Ignacio Rodríguez, director de ventas de la gestora en España: "Invierte en compañías que tienen problemas y las sigue durante el ciclo de recuperación".