La huelga de GDX obliga a parar la línea del Seat León en la planta Martorell
Barcelona, 26 abr (EFECOM).- La huelga convocada hoy en la planta de la multinacional estadounidense GDX en Palau-solità i Plegamans (Barcelona), que está teniendo un seguimiento masivo, según los sindicatos, ha obligado a parar la línea 2, la del Seat León, en la fábrica de Martorell (Barcelona) de la filial de Volkswagen.
GDX, que hoy ha paralizado su producción debido a la huelga, suministra en exclusiva las juntas de caucho para el cierre de las puertas, ventanas y maleteros del Seat León, lo que ha interrumpido el ensamblaje de este modelo a partir de las diez de la mañana.
Este paro técnico afectará durante todo el día a los tres turnos de la línea 2 de la fábrica de Martorell, es decir, a más de 600 empleados de la filial de Volkswagen que han dejado o dejarán de trabajar, según han concretado fuentes de Seat.
La situación en la fábrica barcelonesa de GDX también afecta a algunas de las plantas de Citröen en Francia, del grupo Volkswagen en Europa y de Mercedes-Benz en Vitoria (Barcelona), han detallado desde el comité de empresa.
La compañía estadounidense del sector auxiliar de la automoción emplea a unas 720 personas en su centro de Palau-solità i Plegamans, uno de los más importantes del grupo, junto con el de Guadalajara (México) y el de Indiana (Estados Unidos).
GDX, que ya cerró su fábrica de Valls (Tarragona) el pasado mes de diciembre, medida que afectó a 156 trabajadores, insinuó ayer a los sindicatos que podría recurrir a la ley concursal por falta de liquidez y que renegocia con uno de sus principales clientes, el grupo Volkswagen, algunos de sus contratos de suministro para garantizar la viabilidad del negocio.
La plantilla de GDX, que también paró el pasado martes por la incertidumbre sobre su futuro, ha participado esta mañana en una asamblea en la que se ha informado del contenido de la reunión mantenida ayer entre el comité de empresa y representantes de la dirección con la mediación de la Inspección de Trabajo.
La compañía, controlada por el fondo de inversión estadounidense Cerverus, acumula cuatro años consecutivos con pérdidas, las últimas de 18 millones de euros correspondientes al pasado ejercicio.
Algunos de los trabajadores de GDX en huelga han circulado con sus vehículos por Palau-solità i Plegamans para protestar por su situación y reunirse con la alcaldesa de la localidad, Teresa Padrós. EFECOM
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