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Alfa Romeo 159: heredero de una gran estirpe



    Cuando alguien entra en un concesionario de Alfa Romeo antepone el corazón a la cabeza. La marca italiana tiene algo de femme fatale y, cuando te caza, es muy difícil dejar de ser un alfista.

    Pese a ello, el grupo Fiat, propietario de la firma, trata de aportar a estos automóviles la funcionalidad necesaria para compaginar su innato espíritu deportivo con el espacio, el confort, el acabado y la equipación de un modelo premium.

    El Alfa Romeo 159 tomó el relevo del 156 hace dos años. Y a pesar de que las modas son efímeras, en su estilo el tiempo transcurrido parece que no ha pasado. Sigue siendo muy atractivo, limpio de líneas, agresivo y con unas características dimensiones que lo convierten en el más bajo y ancho de su segmento, las claves para definir a un buen deportivo. Sus competidores directos hay que buscarlos entre las mejores berlinas de lujo: el BMW Serie 3, el Audi A4, el Mazda6, el Honda Accord y el Jaguar X-Type.

    Consola central

    La regulación del volante en altura y profundidad resulta amplia, lo que favorece que personas de complexiones muy distintas puedan sentirse cómodas. Y una vez sentados... Desde el momento en que se introduce la tarjeta en la ranura para arrancar se nota que conducimos un Alfa, y eso que esta versión no es la equipada con el sonoro motor V6.

    Los ojos se desvían hacia la consola central con sus tres originales esferas, que informan de la temperatura del motor, del nivel de gasolina y de la presión del turbo, en el caso de un diésel, o del aceite del motor, si se trata de un gasolina. La dirección sorprende por lo rápido que responde. Sin embargo, el radio de giro sigue siendo demasiado amplio, por lo que las maniobras no se resuelven con facilidad.

    El motor posee un funcionamiento extraordinario: es suave y acelera con facilidad, aunque a bajas revoluciones es necesario cambiar a una marcha más corta para poder recuperar tirada. Va unido a una caja de cambios manual de seis velocidades, con una palanca de funcionamiento rápido y con unos desarrollos cortos de manera que, incluso en sexta relación, sigue acelerando con fuerza. Todo ello, lógicamente, en detrimento del consumo que, sin resultar especialmente elevado, no es de los más contenidos.

    El motor 2.2 JTS, fabricado por General Motors, incorpora aluminio tanto en la culata como en el bloque. Dispone de cuatro válvulas por cilindro y una distribución por rodillos. El arrastre de los árboles de levas se realiza por cadena y además incorpora árboles de equilibrado. Todo ello da como resultado un motor muy ligero, que no produce vibraciones y acompaña a la carrocería.

    Su fuerte se encuentra en la estabilidad. El coche, como corresponde a un modelo de talante deportivo, presenta una suspensión dura, pero no resulta muy incómoda, ya que absorbe bien las irregularidades, y la carrocería presenta poco balanceo. Si el terreno es bueno, el 159 resulta muy válido para realizar largos viajes.

    Escaso maletero

    El maletero ha visto ampliada la capacidad con respecto al modelo que sustituye, y ahora alcanza los 405 litros, aunque este volumen sigue sin ser suficiente si lo comparamos con otras berlinas. Su equipamiento de serie es bastante completo.

    Incluye, entre otros elementos, un control de estabilidad, una ayuda de arranque en rampa, siete airbags -incluido uno para proteger las rodillas del conductor-, los mandos de la radio y del lector de discos en el volante, un ordenador de viaje, un control dinámico del vehículo (VDC) y un climatizador de doble zona.