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Sacyr pierde la batalla de la junta de Eiffage y la disputa va a la justicia



    París, 18 abr (EFECOM).- El grupo español Sacyr perdió hoy la batalla para entrar en el consejo de administración de Eiffage, del que es el primer accionista, al impedírselo por segundo año consecutivo la junta de accionistas del grupo francés, y la disputa con su dirección parece abocada ahora a los tribunales.

    Un total de 89 accionistas españoles, que representan el 17,5% del capital de Eiffage, fueron privados de derechos de voto en la asamblea por el buró, controlado por la dirección, al considerar que estaban concertados con Sacyr, que tiene el 33,2%.

    "Es muy grave haber tratado de contravenir las leyes de los mercados", señaló el presidente del grupo francés, Jean-François Roverato, que recordó que la normativa francesa obliga a lanzar una opa sobre el 100% del capital cuando se dispone de más del 33,3%, y que a su juicio es lo que ha tratado de evitar Sacyr.

    El presidente del grupo español, Luis de Rivero, que negó en la junta estar concertado con esos 89 accionistas españoles, la abandonó cuando se les privó de derecho de voto, después de anunciar que acudirá a los tribunales para impugnar esa decisión.

    "Con esta acción, señor Roverato, ha ido demasiado lejos", le espetó Rivero antes de abandonar una sala caldeada donde se sucedieron los abucheos y los aplausos según eran los representantes de la dirección o del bloque español los que tomaban la palabra.

    Sacyr recriminó a Roverato que la presunción de que los 89 citados accionistas estaban compinchados con él se sustente en el hecho de que también son españoles.

    El presidente de Eiffage, que consiguió el rechazo por la junta de los cinco administradores que Sacyr quería tener en el consejo, afirmó que también demandará al grupo español "por lo civil y por lo penal".

    También reveló que desde la entrada de la constructora española en el capital hace 15 meses ha recurrido en tres ocasiones (en abril y diciembre de 2006 y a finales de marzo pasado) a la Autoridad de los Mercados Financieros de Francia (AMF) para que investigue algunas maniobras de Sacyr, algo que está haciendo el "gendarme bursátil".

    Pese al gesto simbólico de Rivero de abandonar el teatro donde se celebraba la asamblea, su abogado francés le representó y puso su 40,9% de derechos de voto contra todas las resoluciones propuestas por la dirección de Eiffage, salvo la del reparto de un dividendo de un euro a cuenta del ejercicio de 2006 (en la que se abstuvo) y la autorización de poderes a la dirección (en la que votó a favor).

    A juicio de Roverato, eso ilustra que pese a las diferencias que mantiene con él, Rivero ha reconocido que "nuestro equipo no ha gestionado mal la empresa".

    El bloque fiel a la dirección de Eiffage logró, gracias al 59% de los derechos de voto, la aprobación de sus resoluciones, salvo aquellas que necesitaban una mayoría de dos tercios, en particular las autorizaciones para aumentos de capital reservados a los asalariados, atribuciones de opciones sobre acciones ("stock options") o acciones gratuitas a los directivos.

    Entre las adoptadas por la asamblea, destaca la autorización para recurrir a un nuevo dispositivo bursátil destinado a proteger a las empresas francesas de operaciones hostiles mediante la emisión de bonos de suscripción de acciones en caso de opa, que pueden obligar a un eventual depredador a aumentar de forma sustantiva su oferta.

    Roverato, que no quiso precisar si iría a la justicia en caso de que Sacyr finalmente no llevara el caso a los tribunales, dio a entender que el contencioso podría resolverse de otra manera al señalar que "es plausible que las cosas evolucionen en las próximas semanas".

    A la pregunta de si el grupo español debería abandonar Eiffage, con su ironía habitual recordó que había repetido en múltiples ocasiones que tiene "en una gran estima" a Sacyr en general y a su presidente en particular, pero también que "el único problema de Luis de Rivero es que es accionista de Eiffage".

    Reconoció que en Francia no hay precedentes de condenas por infringir la prohibición de concertación entre accionistas que superan el 33,3% de una empresa sin lanzar una opa, pero sugirió que Sacyr podría ser obligado a desencadenar una oferta sobre el 100% de Eiffage.

    No quiso entrar en el precio que a su juicio sería adecuado, y simplemente recordó que había calificado de "extraordinario" el techo de 128 euros por acción alcanzado en las últimas semanas al calor de las especulaciones sobre las intenciones de Sacyr.

    Eiffage cerró hoy a 111,50 euros el título (+2,67%) en la Bolsa de París. EFECOM

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