Empresas y finanzas

Junta de Eiffage rechaza la entrada de su accionista Sacyr en el consejo



    París, 18 abr (EFECOM).- La junta general de accionistas de Eiffage rechazó hoy la entrada en su consejo de administración de su primer accionista, el español Sacyr, después de que decenas de accionistas españoles se vieran privados del derecho de voto.

    Los cinco candidatos de Sacyr para entrar como consejeros de Eiffage fueron rechazados por el 59% de los derechos de voto de la junta, mientras que un 40% se manifestaron en favor del grupo español.

    Previamente, el comité de la junta había privado de derechos de voto a decenas de accionistas españoles, que representan un 18% del capital de Eiffage, por considerar que en realidad están concertados con Sacyr.

    Eso significa que entre Sacyr, que dispone del 33,2% del que es el "número tres" francés de la construcción y las concesiones, y los otros accionistas españoles, suman mas del 50% del capital.

    La dirección de Eiffage afirma, desde la entrada en su capital de Sacyr hace casi año y medio, que la constructora española quiere hacerse con el control de la empresa, y sospecha que en las últimas semanas lo ha intentado mediante aliados españoles, que le han evitado superar el 33,3% del capital que le hubiera obligado a una opa sobre el 100% del capital.

    El presidente de Sacyr, Luis de Rivero, abandonó la junta cuando el comité decidió retirar el derecho de voto a esos accionistas españoles, pero antes -manifiestamente enfadado- negó estar concertado con ellos y denunció la estrategia de obstrucción sistemática a su grupo por parte del presidente de Eiffage, Jean-François Roverato.

    "Con esta acción, señor Roverato, ha ido demasiado lejos", se quejó Rivero, que a continuación le pidió que "reflexione sobre una decisión absurda, porque esto terminará en los tribunales".

    El representante de Sacyr que quedó en la junta votó de forma sistemática contra todas las resoluciones de la dirección, que recibieron el apoyo del bloque de defensa que ha constituido, y que en este caso pudo contar con el 59% de los derechos de voto.

    Ese bloque está constituido por el 22,4% del capital en manos de los empleados de Eiffage, a través de un fondo, el 5% propiedad de los directivos, el 8,82% de la Caisse des Depôts et Consignations (CDC, el brazo industrial del Estado francés), así como otros inversores institucionales franceses.

    Gracias a esa mayoría, se aprobó un dispositivo que permitirá a la dirección la emisión de bonos de suscripción de acciones en caso de opa hostil, lo que hará casi imposible que un eventual comprador llevara a término esa operación.

    No prosperaron, porque necesitaban mas del 66% de los votos, otras resoluciones extraordinarias del equipo de Roverato, como autorizaciones para un aumento de capital reservado a los empleados, el reparto de opciones sobre acciones ("stock options") o la atribución de acciones gratuitas al presidente.

    Roverato, que se benefició del calor de buena parte de los presentes en la junta -que se desarrolló con series de abucheos o aplausos, según quien interviniera-, reiteró su oposición a establecer alianzas con su principal accionista por razones industriales.

    "Sacyr es un competidor en la mayor parte de nuestros negocios" y "no queremos un competidor directo en nuestro consejo", argumentó el presidente de Eiffage, después de que su director general, Benoît Heitz, que le sucederá a partir del verano, hubiera recordado la actividad que tienen en España: 3.000 empleados y 600 millones de euros de facturación el pasado año.

    La única propuesta de la dirección a la que no se opuso el bloque de votos de Sacyr fue el reparto de un dividendo de un euro a cuenta del ejercicio de 2006, ya que el grupo español optó en este caso por la abstención. EFECOM

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