Empresas y finanzas

Islandia rechaza el pacto de pago a británicos y holandeses



    REIKIAVIK (Reuters) - Los votantes de Islandia expresaron su ira el sábado contra los banqueros y políticos que arruinaron la economía, al rechazar por una abrumadora mayoría un acuerdo de 5.000 millones de dólares para pagar deudas a Reino Unido y Holanda.

    El resultado del referendo se daba por hecho, ya que Islandia recibió recientemente una oferta de mejores términos de pago que los que contiene el acuerdo que votaron los residentes.

    Sin embargo, el voto "NO" es un testimonio del enfado que sienten los islandeses un año y medio después de que el colapso económico de la isla se convirtiera en un símbolo de la crisis financiera mundial.

    Los resultados, con cerca de la mitad de los votos escrutados, mostraron que más del 93 por ciento se opone al acuerdo y menos de un 2 por ciento lo apoya. El resto de los sufragios fueron blancos o nulos.

    Islandia debe ahora regresar a la mesa de negociaciones con los británicos y holandeses con la esperanza de alcanzar un nuevo acuerdo con rapidez. Cuanto más tiempo tarde, más doloroso será para Islandia en términos financieros.

    El ministro de Asuntos Exteriores islandés, Ossur Skarphethinsson, dijo a periodistas que Reino Unido y Holanda han indicado que están dispuestos a mantener nuevas negociaciones.

    La ayuda financiera ha quedado suspendida durante la disputa, que también amenaza con socavar al Gobierno de centroizquierda de la primera ministra Johanna Sigurdardottir.

    "Esto no tiene impacto en la vida del Gobierno. Nosotros necesitamos seguir y terminar el debate. Tenemos que lograr un acuerdo", dijo Sigurdardottir a la televisión pública.

    Islandia necesita desesperadamente resolver la llamada disputa "Icesave" para que la ayuda internacional comience a llegar a su economía, que se contrajo en cerca de un 7,7 por ciento el año pasado y se prevé que volverá a reducirse en 2010.

    El Fondo Monetario Internacional y los países nórdicos han prometido prestar a Islandia cerca de 4.500 millones de dólares para ayudarla a impulsar su economía. Pero tras los primeros pagos, la mayor parte del efectivo quedó congelado a la espera de la resolución de la deuda de Icesave.

    El ministro de Finanzas, Steingrimur Sigfusson, dijo que los votantes enviaron un mensaje muy claro sobre su decepción y furia.

    El referendo, el primero de Islandia desde su independencia de Dinamarca en 1944, fue convocado por la negativa del presidente del país a firmar una ley en enero sobre los términos de pago negociados por el Gobierno y aprobados por el Parlamento.

    QUIEBRA DE LOS BANCOS

    Si bien los sondeos mostraron que la población islandesa cree que la deuda debe ser devuelta, se lamentan de tener que pagar por los errores de un pequeño número de banqueros bajo la supervisión de gobiernos extranjeros. Las deudas de Icesave ascienden a más de 15.000 dólares por cada uno de los 320.000 habitantes en la isla.

    La deuda surgió después de que los principales bancos de Islandia quebraran en pocos días en 2008, presionados por deudas y sin posibilidades de acceder a crédito durante la crisis mundial.

    Cerca de 400.000 ahorradores de Reino Unido y Holanda tenían depósitos en uno de los bancos, dentro de las cuentas de depósito en Internet Icesave. Ambos países compensaron a sus ahorradores y desde entonces han exigido la devolución de su dinero.

    La participación fue elevada a pesar de las heladas lluvias y los fuertes vientos, algo común en marzo en el país, que se sitúa cerca del Círculo Polar Artico.