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La FAO pide a miembros de OMC sean flexibles con países menos desarrollados



    Ginebra, 11 abr (EFECOM).- El Fondo de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) se pronunció hoy sobre las difíciles negociaciones de la Ronda de Doha y pidió a los países de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que sean flexibles con los menos desarrollados y les permitan proteger sus mercados agrícolas.

    "Es fundamental que se reconozcan las necesidades particulares de cada país, especialmente de los menos desarrollados, cuyos sectores agrícolas aún no son lo suficientemente competitivos" como para enfrentarse a una entrada masiva de competencia extranjera en sus mercados nacionales, aseguró hoy el responsable de Política Comercial de la FAO, David Hallam.

    Iniciada en 2001, la Ronda de Doha es una negociación entre los 150 miembros de la Organización Mundial del Comercio que busca en última instancia estimular el comercio internacional y, así, el crecimiento económico, a través de la apertura de los mercados nacionales y la eliminación de impuestos o barreras que distorsionen los intercambios comerciales.

    Uno de los sectores más protegidos y distorsionados en el mundo desarrollado es el agrícola, por lo que las negociaciones han encontrado en ese ámbito un escollo muy difícil de superar, ya que a las principales potencias les cuesta ceder terreno y facilitar la libre competencia.

    Aunque existe consenso en que para cerrar la Ronda de Doha los países desarrollados deberán hacer todos un esfuerzo por eliminar sus barreras al comercio agrícola, la FAO pidió hoy que los más pobres cuenten con "un trato especial y diferenciado".

    "Exigir a los países menos desarrollados una reducción de los impuestos a la importación de productos agrícolas podría perjudicarlos enormemente", ya que la producción extranjera sería más competitiva -con precios inferiores- y arrasaría a la nacional, explicó el experto en una conferencia de prensa en Ginebra.

    En su opinión, "no sólo no se beneficiarían de las ventajas de la liberación del comercio, sino que podrían resultar muy afectados negativamente".

    Por ello, el organismo de la ONU considera imprescindible que, de alcanzarse un acuerdo sobre la Ronda de Doha -cuyas discusiones llegaron a suspenderse por la negativa de los principales negociadores a ceder terreno en el sector agrícola-, éste debe incluir un trato preferencial para los países más pobres.

    "Muchos países necesitarán contar con flexibilidad para aplicar las nuevas reglas comerciales, así como asistencia técnica y periodos de transición", según Hallam, quien recordó que el éxito de la Ronda de Doha ha de medirse por su contribución a la reducción de la pobreza y el hambre en el mundo.

    En ese sentido, recordó que uno de los Objetivos del Milenio establecidos por la ONU es que en 2015 se haya reducido a la mitad el numero de personas pobres y que pasan hambre.

    Para garantizar la seguridad alimentaria de los países más pobres se deben fomentar, según la FAO, la producción local de alimentos y para ésta pueda subsistir, el Estado tiene que contar con flexibilidad para aplicar la normativa internacional.

    Respecto al hecho de que entre los países en desarrollo hay algunos con sectores agrícolas muy competitivos -"Brasil es un claro ejemplo", según el experto-, la FAO reconoce la dificultad de catalogarlos y pide que se estudie cada caso individualmente.

    En cambio, recordó que "muchos países de bajos ingresos, en especial en el África subsahariana, están peor situados para beneficiarse a corto y medio plazo de la liberación comercial, que incluye mejor acceso a la exportación y mayor apertura de sus propios mercados".

    "La forma en que esos países se benefician de la liberación depende de sus estructuras económicas, su competitividad y su capacidad para responder a los nuevos incentivos del mercado", apuntó Hallam. EFECOM

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