Empresas y finanzas
En quiebra: JAL solicita la protección por bancarrota
Tal y como estaba previsto, la aerolínea nipona Japan Airlines (JAL), la mayor de Asia, ha presentado su declaración de bancarrota ante un tribunal de Tokio, de acuerdo con la Ley de Rehabilitación Corporativa, según informa la agencia local Kyodo. Se trata de la sexta mayor quiebra en la historia de Japón después de la II Guerra Mundial.
La compañía ha solicitado la protección de sus acreedores usando un procedimiento que le permitirá continuar sus operaciones mientras se reestructura, similar al Capítulo 11 estadounidense.
Apoyo del Gobierno
JAL seguirá volando respaldado por el Estado, que le inyectará 300.000 millones de yenes (unos 2.300 millones de euros). Además, el fondo paraestatal ETIC se encargará de gestionar una línea de crédito con el Banco de Desarrollo de Japón y varios bancos privados por valor de 600.000 millones de yenes (4.600 millones de euros).
Para contribuir a reflotar el grupo, los bancos acreedores condonarán a JAL un total de 358.500 millones de yenes (2.744 millones de euros) de su deuda, mientras que 44.000 millones de yenes (337 millones de euros) facilitados por el Banco de Desarrollo de Japón serán cubiertos con fondos públicos.
Recortar 15.000 empleos
Tras conocerse la declaración de quiebra, el Gobierno japonés emitió un comunicado en el que compromete "el necesario apoyo" para JAL y le pide que mejore su base financiera y su rendimiento empresarial.
El Ejecutivo nipón ha presentado hoy mismo su plan de reestructuración a tres años para JAL, con el objetivo de que la compañía aérea no interrumpa sus operaciones y retorne a los beneficios en el año fiscal 2012, que concluye en marzo de 2013.
Ese plan incluye el recorte de 15.600 empleos, casi un tercio de la plantilla, y una fuerte reducción del tamaño de una aerolínea que estaba sobredimensionada, según ha informado el gobierno japonés.
La aerolínea ha confirmado además la dimisión del presidente de la aerolínea, Haruka Nishimatsu, quien será sustituido por el fundador de la corporación Kyocera, el veterano empresario Kazuo Inamori.
La compañía, que ha sido rescatada tres veces por el Gobierno japonés en los últimos 10 años, simbolizó las aspiraciones internacionales de la industria local. Ahora deberá reinventarse mediante dolorosos recortes operativos y decisiones difíciles sobre capital extranjero y alianzas.
"No estoy preocupado por el futuro de la empresa, porque creo que el Gobierno la apoyará sólidamente", dijo Yasuhiro Matsumoto, analista de crédito de Shinsei Securities. "Pero es incierto si será capaz de crecer como una empresa. No puedo ver cómo JAL va a construir su red nacional e internacional", agregó.