Empresas y finanzas

Sector, preocupado y disgustado por intenciones fiscales del PSOE



    Madrid, 19 mar (EFECOM).- El sector del automóvil, sin excepciones, se ha mostrado hoy reticente, preocupado y disgustado, por la propuesta electoral realizada por el secretario de Política Municipal del PSOE, Alvaro Cuesta, de penalizar fiscalmente el uso de vehículos de gran cilindrada en las ciudades.

    Las intenciones fiscales del PSOE, en opinión de las distintas organizaciones sectoriales, han sido calificadas de indiscriminadas y arbitrarias, al tiempo que adolecen de una profundidad de análisis técnico y, de aplicarse, serían medidas no consultadas con el sector.

    Fabricantes, importadores y concesionarios han coincido en señalar que una reforma de la fiscalidad debe ser considerada globalmente y no con medidas locales o municipales.

    Estas fuentes se han preguntado por la oportunidad de este anuncio cuando ha sido el Gobierno el que ha decidido terminar en el plazo de un año con el Plan Prever, un incentivo para renovar el parque automovilístico y así reducir las emisiones contaminantes, al tiempo que incrementa la seguridad.

    Los fabricantes consideran que una subida de la fiscalidad en la compra de vehículos nuevos no está justificada por motivos medioambientales, ya que los vehículos nuevos son más eficientes en emisiones, consumos y emisiones de CO2 (dióxido de carbono).

    Hoy son necesarios cien coches nuevos para producir las mismas emisiones que produciría un único coche fabricando en la década de 1970, además los niveles de ruido de los vehículos se han reducido en un 90% desde 1970, recuerda la Asociación Nacional de Fabricantes, Anfac.

    En opinión de Anfac, debería existir una correlación lineal entre los impuestos y las emisiones de CO2. "Cada gramo de CO2 debería valer lo mismo, sin hacer escalones", argumenta.

    Esta organización es partidaria de que la revisión de la fiscalidad al uso de los vehículos se haga de forma homogénea en toda Europa para no crear distorsiones en los distintos mercados.

    El presidente de la Asociación de Importadores, Aniacam, Germán López Madrid, en declaraciones a Efe, también se refirió a estas distorsiones al mencionar expresamente al mercado portugués, sometido a un exceso de fiscalidad, en el que "no se puede vender un coche" y al final "el parque es más antiguo, contamina más y es más inseguro".

    López Madrid se mostró muy preocupado por cómo está derivando la fiscalidad en España, el país productor con mayor presión fiscal de Europa, por delante de Suecia, Italia, Bélgica, Francia, Alemania y Reino Unido, por este orden.

    Tras hacer una larga enumeración de los impuestos existentes en España (supera la docena) sobre la compra de vehículos nuevos y usados y sobre el uso, el presidente de los importadores cree que plantear una penalización de los vehículos de gran cilindrada o de todoterreno "es una cuestión demagógica sin un estudio serio detrás".

    Propuso, como fórmulas más eficaces, la incentivación del Prever para renovar el parque, que las estaciones de ITV realicen un mayor y mejor control sobre las emisiones y una política de ayudas que fomente el uso de combustibles alternativos, ya que los vehículos eléctricos no son viables por autonomía, el alcohol no cuenta con una red de distribución y las pilas de combustibles, el futuro, aún no están ni técnica ni comercialmente desarrolladas.

    El presidente de Aniacam reclamó de la Administración un estudio serio, que debe realizarse con la participación del sector, preocupado por el problema y conocedor de las medidas necesarias para reducir la emisiones contaminantes.

    López Madrid concluyó que el sector del automóvil en España no puede ser estirado "como el chicle", porque "hemos de recordar que representa el 6% del PIB, el 11% del empleo y el 23% de las exportaciones". Aquí "nos acordamos de la deslocalización cuando se cierran las empresas y del empleo cuando se pierde".

    En este sentido la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto) también declaró a EFE que "lo que se debe es mantener el IVA como único tributo en la compra de un coche y penalizar el uso que se realice del vehículo a través de impuestos especiales sobre carburantes".

    La patronal de los concesionarios cree que la propuesta socialista, que se aplicaría en aquellos Ayuntamientos donde gobiernen a partir de mayo, "va en contra de las directrices europeas, más encaminadas a gravar el consumo que hace el automóvil, a través de impuestos ecológicos, que a la adquisición del propio vehículo."

    Además recuerda que un nuevo gravamen sobre los vehículos de alta cilindrada podría tener "fuertes distorsiones" sobre la demanda del sector, en un momento en el que el mercado de turismos en España muestra claros síntomas de desaceleración y del que está "tirando" las ventas de todoterrenos.

    Faconauto también apostó por una revisión de la fiscalidad del automóvil de manera global y nunca de forma "indiscriminada" y "arbitraria". EFECOM

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