Díaz Ferrán presenta su dimisión pero el comité ejecutivo de CEOE la rechaza
El presidente de la organización empresarial, Gerardo Díaz Ferrán, ha presentado esta mañana la dimisión ante el comité ejecutivo de la patronal. Sin embargo, la Confederación Española de Organizaciones empresariales (CEOE) ha rechazado la propuesta de Díaz Ferrán de forma unánime. Bárcenas, presidente de Cepyme, no ha ido al Comité Ejecutivo de la CEOE.
Según ha informado la patronal en un comunicado, Díaz Ferrán puso su cargo a disposición de los órganso de gobierno de la confederación empresarial, la Comisión Ejecutiva y la Junta Directiva, en dos reuniones mantenidas a lo largo de esta mañana.
En respuesta, los miembros de dichos órganos expresaron su apoyo "unánime" al empresario, que en la Junta Directiva se tradujo en un "cerrado aplauso", y rechazaron su dimisión. Además, reconocieron que "la labor que realiza al frente de la misma y su eficacia y esfuerzo permanente en la defensa de los intereses empresariales", señala la CEOE en su nota.
Tras el respaldo recibido, Díaz Ferrán manifestó su voluntad de seguir empleándose "a fondo en la defensa de las ideas y de los objetivos empresariales, trabajando, como hasta ahora, en los órganos de gobierno, buscando siempre el consenso y la unidad empresarial".
Cúmulo de problemas
El objetivo de esta maniobra ha sido evitar que los problemas financieros por los que atraviesan varias compañías de su grupo, y que han puesto al directivo en el ojo del huracán, afectasen a la patronal.
El más polémico es el retraso en el abono de las nóminas de los trabajadores de la aerolínea Air Comet, a los que se les adeudan entre cuatro y seis mensualidades y una extra, aunque el grupo de Díaz Ferrán también está teniendo dificultades para cumplir con sus compromisos en Trapsa.
Además, ayer Caja Madrid anunció que ha abierto un expediente al empresario por el impago de un crédito de 26,5 millones de euros.
El préstamo había sido concedido a las empresas patrimoniales de Diaz Ferrán, Holdisan y Grudisan, y el detonante de su ejecución se debe a que unas acciones de Marsans que se habían utilizado como garantía ya habían sido pignoradas a favor de otra entidad financiera.