Empresas y finanzas
Compañías defensivas hasta que el parqué ande sin muletas
Buenos valores, que sean predecibles y baratos: ésa es la receta de las 55 firmas de inversión que crean la 'Cartera de Consenso' de 'elEconomista' para los próximos meses. Arranca la V Edición.
Como es habitual cuando se observa en el horizonte que se acaba el año, la campana que indica que comienza una etapa para reflexionar lleva ya un tiempo repiqueteando en bolsa. Después de un rebote histórico, que ha llevado al Ibex 35 a sumar alrededor de un 70 por ciento desde los mínimos de marzo, quienes se hayan quedado al margen de este ascenso no tienen otro remedio que asumir que será difícil ver otra racha alcista tan rápida y tan pronunciada. Es decir, que es la hora, igual que cada fin de año, de olvidar lo que uno se ha perdido o en lo que ha fracasado, y centrarse en lo bueno que queda por llegar, que, para la renta variable, de acuerdo con la mayoría de firmas de inversión, será que continuarán las subidas.
¿Sus argumentos? Que los precios de la mayoría de acciones siguen siendo atractivos y que existen pocas alternativas de inversión, con los tipos de interés en mínimos, y los diferenciales a los que se emite renta fija corporativa estrechándose cada vez más porque ya se ha perdido el miedo a que se produzca una crisis múltiple de impagos. Claro que, si éstas son las luces, también existen muchas sombras.
Optimismo
Los expertos son optimistas con el conjunto de 2010, pero a la vez existe cierto escepticismo sobre que el ascenso comience desde el primer momento. Ven especialmente posible una corrección en la primera parte del año. Primero, por la patata caliente que está en manos de los bancos centrales, que van a tener que ir retirando poco a poco liquidez del mercado. Para sostener el sistema, estos organismos han tomado medidas sin precedente histórico, por lo que tampoco existe un manual que indique cómo quitar las muletas sin que el herido se resienta. Y eso ha inundado de dinero el mundo que, para algunos expertos, como Mercedes Camacho, de Omega IGF, "está creando burbujas en algunos activos como las materias primas, las divisas o la bolsa", apunta. Los resultados empresariales también generan dudas.
Gran parte de los ascensos logrados por las empresas cotizadas este año se han sustentado sobre una minusvaloración de los beneficios corporativos, que sistemáticamente, desde el primer trimestre de 2009, han ido batiendo las previsiones del mercado. Esto ha provocado que el engranaje alcista se recalentara, con sucesivas mejoras de valoraciones por parte de las casas de análisis y de revisiones al alza de las estimaciones de ganancias: tanto para el año que acabará pronto, como también para 2010.
Previsiones exigentes
Hoy por hoy, el mercado descuenta que el beneficio neto de las empresas que forman parte del estadounidense Dow Jones de industriales mejorará un 25,2 por ciento el año que viene frente al actual, en tanto que esperan que el del europeo EuroStoxx 50 avance un 24,6 por ciento y el del Ibex 35, un 5,3 por ciento. Previsiones que, por ser bastante exigentes, son susceptibles de provocar un efecto contrario al visto este año e incentivar a que los expertos ajusten sus expectativas a la baja. Los expertos indican que la primera mitad del ejercicio puede ser especialmente proclive a estas revisiones que, de ser negativas, traerán inestabilidad. Exactamente igual que las decisiones que puedan tomar los bancos centrales o los datos macroeconómicos que se vayan conociendo. Con una recuperación incipiente, tomar el pulso a su fortaleza va a ser clave para mantener los ánimos alcistas del mercado. Y eso se nota en las recomendaciones de los 55 analistas que colaboran en la creación de la Cartera de Consenso de elEconomista, que arranca este fin de semana su V Edición.
Apuestas
Para el primer trimestre del ejercicio -comprendido entre el 1 de diciembre y el 28 de febrero- apuestan por la seguridad y la visibilidad, es decir, por compañías que han demostrado su resistencia en los malos tiempos o que han aportado una guía para el futuro creíble. Pero como corren tiempos de reactivación, los expertos se fijan, de nuevo, en los medianos y pequeños valores de la bolsa. Eso sí, ganan peso quienes desarrollan su negocio en un sector de moda -sucede, por ejemplo, con las energías renovables, ya que avanzan posiciones en la estrategia conjunta tanto Gamesa como Solaria-, o cuentan con un negocio defensivo e internacionalizado, tal como sucede con Ebro Puleva y CAF.
La primera, además, ganará visibilidad dentro de poco si, como se prevé, entra en el Ibex 35 en sustitución de Cintra. El Comité Asesor Técnico lo desvelará la próxima semana, aunque "la decisión está totalmente descontada", señala Ignacio Méndez, director de análisis de Venture Finanzas.
El caso de CAF es diferente. Aunque la cotización podría verse dañada si alguna caja de ahorros vende su participación, su cartera de pedidos, que al cierre de septiembre ascendía a 4.200 millones de euros, "le da mucha visibilidad a medio plazo", opina Mercedes Camacho.
Telefónica manda
En cualquier caso, el mejor ejemplo de que los analistas, de cara a los primeros meses del año, prefieren adoptar una cartera defensiva, es la supremacía de Telefónica en la Cartera de Consenso. Con un peso que supera el 17 por ciento, la empresa de telecomunicaciones es, con mucha diferencia, la gran apuesta del trimestre. El ofrecer una guía de dividendos a largo plazo es un seguro porque "la rentabilidad que se puede obtener vía remuneración es mucho más alta que la que paga por su renta fija", señala un analista. La comparación es aún más significativa si se compara con los dos grandes bancos. A pesar de que tanto Santander como BBVA ganan peso en la estrategia respecto a la que ha estado vigente entre el 31 de agosto y el 30 de noviembre, su importancia es significativamente inferior a la de la teleco, algo que le da un colchón frente a posibles números rojos. Son muchos los que creen que los grandes bancos han corrido mucho este año y que, por tanto, de producirse una corrección, serían candidatos a sufrir una recogida de beneficios. Sin embargo, esto puede tener otra lectura: que el mercado siga subiendo. En ese caso, los grandes bancos sí que podrían continuar tirando al alza de la bolsa.