Empresas y finanzas

Delphi declara un absentismo en Puerto Real que triplica la media del sector



    A Delphi le ha salido otro argumento que, aunque no decisivo, sí contribuye a aumentar la tensión (ya de por sí altísima) que ha generado en su planta de Puerto Real, Cádiz, que da trabajo a 1.600 personas y que tiene la intención de cerrar.

    Fuentes de la compañía han confirmado a este periódico que la media de absentismo laboral en el año 2006 ha sido "altísimo", en torno a un 11 por ciento de media. Estos niveles suponen triplicar la media del sector de fabricación de componentes, que se sitúa entre un 3 y un 4 por ciento.

    Además, estas mismas fuentes sostienen que desde que la planta inició sus actividades, a principios de los años 80, este índice ha ido subiendo, ejercicio tras ejercicio, hasta alcanzar los niveles actuales, y en ningún caso ha bajado. Asimismo, también reconocen que "puede ser que en algunos departamentos, en momentos puntuales, el absentismo laboral superara el 30 por ciento", aunque no entraron en detalles sobre el tipo de absentismo del que se trata ni facilitaron más detalles al respecto.

    Productos no rentables

    Los sindicatos han reaccionado dando la vuelta a este argumento. "Si ese dato es verdad, que lo dudo, la culpa sería de la propia dirección de la planta, que cuenta con instrumentos para evitar estos índices y no los habría utilizado", explican fuentes de Comisiones Obreras. "Además, no creo que sea un dato fiable porque en ese caso la fábrica no podría trabajar", añaden.

    En cualquier caso, la multinacional insiste en que la línea de negocio que tiene en Puerto Real -sistemas de dirección, amortiguadores y rodamientos- no es rentable y, dada la situación de quiebra técnica en que se encuentra su matriz en Estados Unidos, quiere vender todas las actividades que pierdan dinero y no sean el núcleo de su negocio. Esta planta perdió 80 millones de euros sólo en 2005, mientras que en los últimos cinco años llegó a registrar unas pérdidas totales de 150 millones de euros.

    Sin embargo, el ministro de Industria, Joan Clos, no termina de creerse los problemas competitivos de la planta de Puerto Real, y cree que el cese de la actividad responde más a una estrategia global de la compañía que a la falta de demanda de los productos que fabrica. El secretario general de Empleo, Antonio González, señaló ayer que el Gobierno tiene preparadas partidas presupuestarias para actuar en el plano laboral, aunque de momento no hará nada hasta analizar el tema industrial y estudiar la viabilidad de la empresa.

    Subvenciones y legalidad

    La polémica que rodea a los más de 60 millones de euros que la compañía recibió en concepto de subvenciones ha puesto en duda la legalidad de la clausura.

    La compañía aclara que las subvenciones fueron ayudas relacionadas con las inversiones que ha hecho en la planta. Desde 1983 hasta el año 2003 Delphi invirtió en Puerto Real 340 millones de euros, por los que se le han concedido un total de 85,7 millones de euros en subvenciones. Es decir, la Administración subvencionó un 25 por ciento del monto de inversiones de la compañía durante el periodo antes mencionado.

    De momento, las aguas siguen muy revueltas y ayer unas 50.000 personas (según datos de la Policía Local) se manifestaron en Cádiz en protesta por el hipotético cierre de la planta. Hasta entonces, la compañía aún no había presentado ningún expediente de cierre ni ningún plan social a las autoridades, tal y como indica la ley.