Empresas y finanzas

"Figueruelas es una pieza importante para General Motors"



    El vicepresidente de General Motors, el inglés Nick Reilly, se reunió ayer en nuestro país con el ministro de Industria Miguel Sebastián. En su paso por tierras españolas, no eludió hablar sobre el fallido proceso de venta de Opel y sobre el estatus actual de la planta de Figueruelas.

    En declaraciones concedidas al diario El Mundo, Reilly admite las dudas existentes en el seno de la empresa durante la negociación por la posible venta de Opel. "En General Motors no queríamos venderla, pero la situación financiera de la compañía en Estados Unidos y las pérdidas en Europa nos obligaron a buscar un socio", reconoce.

    Magna nunca convenció a los responsables de GM

    Pero una vez encontrado ese socio (la empresa austro-canadiense Magna), la incertidumbre continuó en el seno de la compañía. "El plan de Magna no nos acababa de gustar. Veíamos algunas incompatibilidades con la serie de productos que teníamos preparados para Opel, pero decidimos aceptarlo. Sin embargo, en los últimos dos meses, las cosas cambiaron", por lo que "llegamos a la conclusión de que nos sería más fácil relanzar Opel a nosotros mismos que a Magna".

    Reilly se lamenta de que "en Alemania, tras anunciar nuestra decisión, se produjeron reacciones de rechazo", sin embargo, no fue esa la misma respuesta la que recibió en el panorama internacional. "He recibido muestras de apoyo en España y en todos los países", afirmó.

    Además, Reilly manifestó su confianza en la fábrica de Figueruelas. "Es una pieza importante para General Motors y lo seguirá siendo", expresó. Además, sus opciones de futuro pasan por la evolución del Corsa. "Es una planta especializada en el Corsa y en todos los coches que utilicen su plataforma. No puedo decir qué pasará con el Combo, pero si se desarrolla sobre la arquitectura del Corsa, soy partidario de que se haga en Zaragoza.