Empresas y finanzas

SOS deja de pagar su deuda y pide una prórroga de 18 meses



    Gráfico DEOLEO

    SOS pide aire a la banca para poder garantizar su viabilidad futura. El gigante alimentario ha reclamado a sus acreedores una prórroga de 18 meses para empezar a pagar su deuda, que se eleva a más de 1.100 millones de euros. Fuentes oficiales de la empresa confirmaron ayer a elEconomista que se ha solicitado una prórroga o stand-still.

    "Durante ese año y medio se abonarían sólo los intereses, aplazando el pago del principal hasta 2011", aseguró un portavoz. La empresa intenta con ello ganar tiempo para no tener que vender activos a precio de saldo y lograr así recursos suficientes con los que abordar sus compromisos financieros.

    El problema, sin embargo, es que la banca no parece de momento muy dispuesta y está exigiendo a SOS un plan de desinversión más ambicioso, con plazos concretos. De momento, el grupo ha puesto ya a la venta sus activos inmobiliarios -las fábricas- y la división de arroz, con la que espera ingresar 170millones de euros.

    Pero su situación no es nada fácil. Y prueba de ello es que la empresa se ha saltado ya el pago de unos 50 millones, que tenía que haber abonado el pasado de junio, correspondientes a un préstamo sindicado por un importe de 994 millones de euros destinado a la adquisición de la aceitera italiana Bertolli.

    A comienzos de año, el anterior presidente de la empresa, Jesús Salazar, logró abonar el primer plazo, que se elevaba a más de 300 millones, tras una ampliación de capital suscrita por Caja Madrid y la venta de la marca de gallegas Cuétara. Pero los nuevos gestores no han tenido tanta suerte y no han podido acometer hasta ahora el resto de los pagos pendientes.

    La empresa explica, no obstante, que el abono se ha aplazado porque forma parte del plan de renegociación de la deuda que se está llevando a cabo con los bancos. Ese crédito sindicado está dirigido por Ahorro Corporación, la entidad financiera de las cajas de ahorros -máximas accionistas además de la compañía- y cuenta con la participación de un total de 35 firmas, entre cajas y bancos nacionales e internacionales.

    Ahora, todo depende de lo que digan los bancos sobre el plan de saneamiento presentado en los últimos días por SOS. Los actuales gestores pretenden reducir su deuda a la mitad en tan sólo dos años, pero sus acreedores no se lo creen y han contratado por ello a Rothschild para que les asesore y se ponga al frente de la negociación.

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