Empresas y finanzas
Hoteles de lujo para darse un homenaje
La moda es decorar los hoteles con el menor número de elementos posibles. Muchas veces, este minimalismo se impone por el miedo a mezclar muebles y estilos con alegría, dado que los resultados pueden ser desastrosos.
1. La Malcontenta: alegro perfeccionismo
Sólo asumiendo riesgos es posible diferenciarse del resto de la oferta, y eso es precisamente lo que se ha logrado en La Malcontenta, una masía rodeada de pinares con no más de 11 dormitorios y 3 bungalós, situada en las cercanías de Palamós, pero totalmente ajena a su bullicio. (Ver friso)
Su nombre es ya una declaración de intenciones. La Malcontenta era la esposa de Pere el Tigre, quien según la leyenda nació fruto de la pasión entre un pastor y una sirena. Mientras él trabajaba, ella cuidaba del hogar con el deseo de trasladar la belleza del Bajo Ampurdán a su interior, pero nunca estaba satisfecha con sus decisiones, de ahí el nombre. Para darle satisfacción, la pareja formada por el empresario Lluís Camós y la decoradora Lázaro Rosa -autores de restaurantes de moda en Madrid y Barcelona como Bazaar, La Finca de Susana o La Polpa-, restauró hace dos años la masía por completo con un valiente interiorismo. Así, las paredes y los tapizados de sillones y sofás, de blanco inmaculado, se combinan con la piedra vista de los arcos y ciertos techos, los muebles de épocas pasadas, las alfombras orientales, las bañeras de mármol y los televisores de plasma.
Laberinto de rincones
La armonía es total, aun cuando una cómoda art nouveau en negro sirve de repisa a un equipo de música extra plano. La casa grande es, además, un laberinto de rincones y vericuetos, a cada cual más curioso, que desemboca en la terraza, el cuidado jardín y la piscina, lugares donde se descansa sobre tumbonas de mimbre, con la mirada puesta en la pradera y embargado por el intenso olor a pino.
La relajante estancia se completa con el fantástico menú de su restaurante, entre mediterráneo y vanguardista, y con los magníficos paseos de los alrededores. A pocos pasos se encuentra la cala S'Alguer, donde se conservan las antiguas cabañas donde los pescadores protegen las barcas de los vendavales, y desde ahí se puede llegar a Palafrugel caminando junto a los acantilados.
2. Hotel Kempinski: un paraíso tropical
Tranquilidad y gran lujo es la combinación perfecta. Éste es el secreto del éxito del Hotel Kempinski de Estepona, en Málaga. Pasear por sus 45 mil metros cuadrados de jardines tropicales y subtropicales con cascadas o deleitarse con vistas de la costa Malagueña con jazz de fondo son algunos de los alicientes de este hotel. Los amantes del arte pueden disfrutar de los cuadros cerámicos, dibujos gráficos y lienzos de Stefan Szczesny que decoran el hotel.
3. Hotel Arts: la máxima expresión del lujo
El Hotel Arts se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad. El prestigioso hotel, inaugurado en 1944 y con 44 plantas, fue diseñado por el arquitecto Bruce Graham y está situado en pleno Puerto Olímpico de Barcelona. Ofrece una de las mejores vistas de la ciudad.
Este emblemático hotel también ha sido noticia por ser la venta mejor pagada por un solo inmueble en España: 417 millones de euros. Aunque cambian las dueños, la cadena Ritz-Carton Hotel Company seguirá gestionando el Hotel y haciendo gala de su sello de prestigio, lujo y tradición.
Sus servicios se acreditan con sus cinco estrellas gran lujo. Pero además de todas las comodidades que ofrece un hotel de su categoría, el Arts ofrece numerosos alicientes: el Restaurante Arola, el Casino de Barcelona, la tienda de delicatessen de la cadena francesa Hèdiard...
4. AC Madrid: un hotel repleto de historia
Otro de los atractivos para pasar una noche de lujo es alojarse en un hotel repleto de Historia. La cadena de AC ha asumido esta máxima con su famoso hotel Parque del Retiro, un edificio de principios del siglo XX y protegido por Patrimonio Nacional. Es uno de los mejores hoteles situados de la ciudad, en el triángulo de los museos Thyssen, Prado y Reina Sofia.
La antigua residencia del Marqués de Santo Mauro en Madrid también pertenece a AC. Resulta espectacular la antigua biblioteca, hecha hoy un restaurante, y los antiguos salones de baile, actualmente reconvertidos en salas de reuniones.
5. Palacio Ca Sa Galesa: una mezcla de estilos
El Palacio Ca Sa Galesa se sitúa en el mismo corazón de Palma y cuenta con tan solo doce habitaciones. Todas son diferentes y cada una se identifica con el nombre de un famoso músico. 1576 es la fecha de construcción del palacio, con 3.000 metros cuadrados. Esta residencia de cinco estrellas mezcla a la perfección los estilos mallorquín, francés, italiano e inglés.
Todavía conserva cristales de finales del siglo XIX, relojes franceses de la época imperial, suelos de madera de Puerto Rico y paredes de pino de Mallorca que ya no existe en la actualidad. El baño romano hace único este hotel. Es la única piscina cubierta que queda en el barrio gótico de Palma y conserva en perfectas condiciones la bóveda que la cubre.