Empresas y finanzas

La reforma sanitaria en EEUU desata una frenética carrera de fusiones y adquisiciones



    La reforma sanitaria de la administración Obama ha convencido en el Congreso pero ha causado desasosiego en la industria. Así, los movimientos corporativos en el sector médico y farmacéutico nunca antes había sido tan frenéticos. La comisión del Senado de EEUU aprueba el proyecto de reforma sanitaria de Obama.

    Las fusiones y adquisiciones entre compañías sanitarias estadounidenses, incluídas desde fabricantes de medicamentos hasta laboratorios de ensayos clínicos, van camino de rubricar uno de los mejores años de su historia.

    Esto se debe sobre todo a dos factores fundamentales: el fácil acceso que tienen estas empresas a la financiación (por su estabilidad y generación de flujos de caja) y sus esfuerzos por encontrar nuevas fuentes de ingresos.

    La industria sanitaria parece ir al revés en el mercado. Mientras que la actividad corporativa ha descendido con fuerza en el conjunto de la renta variable, los acuerdos sellados en este sector han superado con creces a los de 2007 y 2008 y están en máximos históricos tanto en número como en importe total, según datos del proveedor Dealogic recogidos por Wall Street Journal.

    Asi, alrededor del 30% de todas las fusiones registradas en Estados Unidos en lo que va de 2009 estuvieron protagonizadas por firmas relacionadas con la salud, mientras que, de media, estos acuerdos suelen representar como mucho un 10% del total.

    Razones variadas

    Los compradores tienen diferentes motivos para ir a la caza de acuerdos. A algunos les mueven las expectativas de una mayor inversión gubernamental. Las tecnológicas ligadas a este sector son muy activas, por ejemplo, ya que esperan que aumente la inversión para seguir digitalizando registros médicos.

    Incluso algunas de los últimos movimientos corporativos que se han visto entre tecnológicas, como la compra de Perot Systems por parte de Dell, tienen un componente relacionado con la industria sanitaria, señala el Wsj.

    Otro de los motivos que favorece las fusiones es que muchas empresas consideran que es un modo relativamente fácil y barato de conseguir tecnología o determinados productos. Y es que periódicamente las grandes farmacéuticas se enfrentan a la pérdida de patentes, tal como le está sucediendo este año al gigante Lilly (que reducirá su plantilla en unas 5.000 personas), lo que les obliga a buscar nuevas fuentes de ingresos.

    La reforma ayuda... o entorpece

    La reforma sanitaria aprobada recientemente por el Senado estadounidense, aunque ha contribuido mucho a acelerar los movimientos corporativos, también ha frenado, sin embargo, las operaciones en algunas áreas.

    Las tecnologías sanitaria, las biotecnológicas y los laboratorios de desarrollo de medicamentos son los claros ganadores de la nueva legislación, que contempla entre otras cosas destinar más fondos a la investigación. Un ejemplo claro es el conglomerado industrial experto en tecnologías médicas Danaher, que ha completado nada menos que nueve compras en lo que va de 2009.

    Muy diferente es el caso de las aseguradoras y las empresas hospitalarias, que son algunas de las áreas en las que puede haber recorte de gastos.

    "El debate sanitario ha secado las fusiones entre las compañías de seguros de salud, que a día de hoy no saben muy bien cómo les va a afectar la nueva legislación ni cual es su valor real", señala Chris Hite, responsable del área sanitaria de banca de inversión de Citigroup.