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Moody's: la banca española tendrá que provisionar 57.000 millones más



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    La visión de Moody's sobre el sistema financiero español continúa siendo negativa y refleja el impacto que la recesión y el grave deterioro en la calidad crediticia de los activos están teniendo en la capacidad de absorción de las pérdidas. La agencia señala que las presiones crecen y que numerosas entidades parecen evitar el reconocimiento de la magnitud real del deterioro. Las pérdidas que registran sus carteras ascenderían a 108.000 millones, el 10% del PIB español, por lo que deberían provisionar 57.000 millones.

    La perspectiva negativa de Moody's sobre el sistema financiero español expresa la opinión de la agencia de calificación sobre la posible evolución de los fundamentos de crédito del sector en los próximos 12 a 18 meses. No es una previsión de posibles subidas o bajadas en las calificaciones.

    "En los últimos 12 meses, la presión sobre los bancos españoles se ha incrementado, lo que ha provocado una aceleración del deterioro en la calidad crediticia de los activos; un mayor debilitamiento de los colchones existentes para prevenir pérdidas, tales como los beneficios no distribuidos, las provisiones genéricas y las plusvalías latentes; y una situación todavía complicada en los mercados de financiación mayoristas y el aumento de la presión competitiva en el caso de la financiación minorista", señala Maria Cabanyes, analista de Moody's para el sistema financiero español.

    No reconocen la magnitud del deterioro

    Hasta la fecha, los bancos españoles han demostrado una significativa resistencia ante estas presiones, pero la agencia continúa preocupada por el hecho de que numerosas entidades parecen evitar el reconocimiento de la magnitud real del deterioro de la calidad de los activos en sus cuentas, lo que podría provocar que persista la debilidad del sector bancario (y el mantenimiento de calificaciones de fortaleza intrínseca relativamente bajas) a menos que se haga frente a este asunto con mayor decisión.

    Sin embargo, los casi 100.000 millones destinados por el Gobierno a respaldar al sector bancario deberían ofrecer fondos suficientes para hacer frente a las necesidades de capital, según las estimaciones de Moody's en su escenario central, lo que explica las actuales calificaciones de deuda a largo plazo.

    57.000 millones más de provisiones

    Si se extrapolan las estimaciones de Moody's sobre el volumen de pérdidas esperadas en las carteras de las instituciones financieras españolas, se obtiene una cifra aproximada de 108.000 millones de euros en pérdidas.

    Frente a esta cifra, las provisiones para insolvencias de todo el sistema (genéricas y específicas) alcanzaban los 51.000 millones de euros a finales del primer semestre de 2009, lo que implica que las provisiones constituidas ofrecen una cobertura del 47% del total de las pérdidas esperadas.

    Esto significa, por otro lado, que los bancos españoles precisan financiar todavía unas provisiones de 57.000 millones de euros según las hipótesis contempladas por Moody's con respecto a la evolución de las principales clases de activos, la generación de ingresos y el capital disponible.

    Cinco años más

    Si extrapolamos el saldo neto de provisiones para insolvencias que se han generado en los últimos seis meses (6.300 millones de euros), los bancos necesitarían cerca de cinco años para dotar la totalidad de las pérdidas estimadas por Moody's.

    Esto afectaría gravemente a la capacidad de generar beneficios de numerosos bancos españoles en los próximos años. Si la economía española continuara deteriorándose significativamente, el escenario más conservador estimado por la agencia contempla unas pérdidas sustancialmente superiores, de hasta 225.000 millones de euros.

    El deterioro de la calidad de los activos del sector bancario español no ha alcanzado su punto más elevado y Moody's prevé que un número significativo de bancos calificados registre pérdidas en los próximos trimestres.

    A pesar de ello, los mecanismos establecidos por el gobierno español para garantizar la reestructuración disciplinada del sistema bancario deberían evitar situaciones de insolvencia; de hecho, varias cajas de ahorros están discutiendo actualmente planes de viabilidad con el regulador.

    "La situación de excepcional apoyo sistémico se refleja en el hecho de que ningún banco español tiene actualmente una calificación de deuda a largo plazo inferior a Baa3. Es decir, todos se encuentran en la categoría de grado de inversión", añade Cabanyes.