El sector del automóvil demanda al Gobierno la prórroga del Plan 2000E

Las principales asociaciones automovilísticas han pedido al Gobierno Central la prorroga de las ayudas directas a la compra de coches contenidas en el Plan 2000E ante la previsión de que sus requisitos de vigencia se cumplan en los primeros días del otoño. "El automóvil volverá a pararse en diciembre si no hay más ayudas".

Los fabricantes de Anfac, los importadores de Aniacam, los concesionarios de Faconauto y los vendedores de Ganvam han coincidido en señalar que estas medidas, para que tengan realmente los efectos benéficos que se persiguen, necesitan continuidad y no percibirse como un parche para superar una situación coyuntural de mercado.

37.000 operaciones cerradas

Luis Valero, director general de Anfac, dijo que, "por supuesto, estamos por la prórroga, pero soy más escéptico en cuanto al inmediato agotamiento de los requisitos del plan actual, ya que hasta agosto se han contabilizado, sobre las 200.000 operaciones previstas, 37.000 cerradas y 15.000 en trámite, y queda todavía margen". El directivo de Anfac pidió también aguardar a ver cómo operan otros países europeos con las ayudas que han arbitrado para sus mercados.

El presidente de Aniacam, Germán López Madrid, declaró que los resultados positivos que ha generado el actual plan ya es motivo más que suficiente para su prórroga, "porque los números le salen al Gobierno y a los consumidores. Ganan todos".

López Madrid abundó en que los efectos benéficos de este plan no hay que buscarlos únicamente en la reactivación del mercado, sino en el impacto que han tenido en el rejuvenecimiento del parque y sus consecuencias añadidas sobre la protección medioambiental y la seguridad vial, que han sido ejes del programa del actual Gobierno.

"Una iniciativa acertada"

Antonio Romero-Haupold, presidente de Faconauto, apuntó que el sólo hecho de haber reactivado el mercado de particulares en un 20% en tres meses deja claro que el Plan 2000E "ha sido una iniciativa acertada".

El representante de los concesionarios significó que esta reactivación ha paralizado un proceso de pérdida de empleo por cierre de establecimientos en los peores momentos de la crisis de mercado y, por ello, dar por acabado el plan implicaría nuevos riesgos de desempleo y tensiones sociales en un sector conformado totalmente por pymes.

El presidente de Ganvam, Juan Antonio Sánchez Torres, aseguró que dicha prórroga "tiene que ser una medida urgente del Gobierno que quede clarificada antes, incluso, de culminar sus requisitos, para evitar incertidumbres que no harán más que penalizar a un sector que lo ha pasado muy mal y que no puede volver a las andadas".

Sánchez Torres añadió que el Gobierno tiene que acompasar el ritmo de las ayudas con las de algunas comunidades autónomas que ya han anunciado su intención de prorrogarlas para evitar distorsiones en la uniformidad del mercado.

Vigencia máxima

El Ministerio de Industria, Turismo y Comercio estableció como requisitos de operatividad del Plan 2000E cubrir unos fondos de 100 millones de euros, un total de 200.000 operaciones de compra de vehículos de bajo poder contaminante, así como una vigencia máxima hasta el 18 de mayo de 2010, justo cuando se cumpla el primer año de su puesta en marcha.

El sector automovilístico español da por descartado que se puedan extender esas condiciones en el año previsto, ya que sobre el antecedente del Plan VIVE, con condiciones más farragosas y ayudas a través de financiación bancaria, se cubrieron objetivos seis meses antes de lo previsto.

Éxito del 'Renove' de EEUU

En Estados Unidos, el programa puesto en marcha por el Gobierno para impulsar la venta de vehículos, Efectivo por chatarra, ha dado sus frutos. Según han informado hoy las autoridades estadounidenses, se han disparado las ventas con 700.000 unidades entregadas.

El Departamento de Transporte señaló que se asignaron ayudas por un importe total de 2.877 millones de dólares hasta el martes, cuando venció el plazo, de los 3.000 millones provistos por el Congreso para el programa.

El plan, diseñado para reactivar la industria automotriz y dañar menos el medio ambiente, ofrecía a los propietarios de vehículos antiguos incentivos por hasta 4.500 dólares para ayudarlos a comprar uno nuevo y que resultara menos contaminante del medio ambiente.