El trasplante de La Fe, primero del mundo de lengua y mandíbula
El paciente, un varón de 43 años que perdió parte de su cara por complicaciones tras someterse a un tratamiento de radioterapia por una enfermedad maligna hace 11 años, está evolucionando bien en el postoperatorio y podría recibir el alta en una semana o diez días.
"El paciente debería recuperar la movilidad de la lengua, la capacidad de hablar inteligiblemente, de tragar (...), recuperar la sensibilidad de la lengua y la cara, el sentido del gusto", explicó el cirujano.
El enfermo había perdido la parte inferior de la cara desde la comisura de los labios a la mandíbula y hasta la parte baja del cuello. Además, se alimentaba a través de una sonda gástrica.
La operación fue especialmente dificultosa porque el receptor había sido objeto de muchas operaciones para intentar mejorar su situación y ya se habían utilizado las conexiones habituales de venas, arterias y nervios, dijo el cirujano, por lo que tuvieron que utilizar venas y arterias del tórax.
La operación se inició conectando las venas y arterias para que la pieza a transplantar tuviera circulación. A continuación se suturó la faringe, la mucosa interior de la boca, repararon los nervios motores de la cara y los sensibles de la mandíbula y lengua. Después fijaron los huesos y se cerró la piel.
El octavo trasplante de rostro llevado a cabo en el mundo fue realizado por el doctor Cavadas y un equipo de 30 personas, en una intervención que duró 15 horas y media y que concluyó el miércoles de madrugada.
El paciente ya se ha mirado a un espejo y, pese a la hinchazón, está contento, concluyó Cavadas, porque esta operación tiene un beneficio inmediato: recuperar el aspecto de persona que le permite una dignidad humana.
Ahora tiene por delante un largo proceso de rehabilitación que incluye aprender a tragar y recuperar los movimientos de la lengua, que le llevará varios meses, y la rehabilitación de la mandíbula.
RESPETO ABSOLUTO
El doctor se ha visto obligado a adelantar la rueda de prensa, prevista inicialmente cuando acabara el postoperatorio, para atajar las noticias sobre el donante aparecidas en prensa y evitar que también se conozcan detalles del receptor, que quiere mantener su intimidad.
"Se ha violado la intimidad del donante, algo tan sagrado como eso. Esto no beneficia a nadie. Creo que informativamente no tiene ninguna importancia y perjudica mucho a la familia de quien ha perdido un ser querido", declaró Cavadas en la rueda de prensa llevada a cabo en el hospital universitario La Fe de Valencia.
El cirujano recordó que la familia de un posible donante se lo pensará dos veces si cree que detalles de la vida de su ser querido van a aparecer en los medios, lo que perjudicaría el sistema de donación de órganos en España, que está a la vanguardia en el mundo.
Precisamente, la Organización Nacional de Transplantes (ONT) emitió un comunicado el jueves recordando que la ley de transplantes prohíbe revelar datos que permitan identificar a los donantes y mostró su preocupación por la filtración, que podría poner en riesgo futuras donaciones, como las que esperan en el hospital Valle de Hebrón de Barcelona y el Virgen del Rocío de Sevilla.
"A parte de que la ley de transplantes lo prohíbe, les ruego, no les exijo porque no puedo, respeto absoluto a la decisión de un paciente que quiere un anonimato", manifestó el médico junto al consejero de Sanidad de la Generalitat Valenciana, Manuel Cervera, quien insistió que desde su departamento, al igual que el Ministerio de Sanidad, habían sido absolutamente discretos.
El médico informó de que para preservar la intimidad del paciente había dos vigilantes de seguridad en la puerta de su habitación.
"¿Estamos locos? ¿Queremos arruinar la vida de la gente o mejorar su calidad de vida, devolverles su dignidad?", se preguntó el facultativo, que agregó que la familia del donante está planteándose emprender acciones legales.