Empresas y finanzas
El test de estrés de 'elEconomista': dos cajas con problemas
elEconomista presenta el primer test de estrés del sector financiero español (aparte de la autoridad supervisora). Un análisis entre los 31 principales bancos y cajas que mide el nivel de defensas ante la crisis. El test de estrés de elEconomista revisa criterios de solvencia, morosidad, rentabilidad, gastos, apalancamiento...El sector responde bien, pero hay dos cajas con las líneas de defensa deterioradas: CajaSur y Caja España.
El sistema bancario español ha aguantado como ningún
otro el embate inicial de la crisis financiera internacional pero, tal y como repiten sin cesar Gobierno, Banco de España y expertos, las entidades sienten, cada vez con
más intensidad, sus efectos.
Estas huellas, además, no son dejadas de una manera uniforme sobre todas las entidades, ya que la diversa gestión del riesgo y de estrategia de negocio, como ha indicado en varias ocasiones el supervisor, dan como resultado una diferente evolución de sus beneficios, así como una mayor o menor intensidad en el recorte de la rentabilidad de los activos.
Caja Sur y Caja España
Así, algunas entidades ya ven como morosidad y rentabilidad se deterioran a un ritmo más rápido que el conjunto del sector. Así, Cajasur y Caja
España presentan el mayor porcentaje de morosos, una cobertura baja y una rentabilidad escasa.
En definitiva, la crisis acentúa las diferencias entre las entidades españolas y vuelve a algunas más vulnerables que a otras. Pero, ¿cómo se mide esta debilidad? La solvencia, la morosidad y la cobertura son criterios que se han repetido hasta la saciedad, pero hay otros muchos, entre los que hemos escogido la rentabilidad, la relación entre depósitos y créditos, los gastos de plantilla y el apalancamiento que indica la existencia de dificultades.
Cada uno es importante por un motivo diferente y juntos configuran una fotografía del margen de maniobra que le resta a la entidad para atravesar la tormenta. Así, la morosidad indica, entre la cartera de créditos de la entidad, qué porcentaje de clientes ha dejado de pagar hasta tres recibos, si bien algunas entidades ya computan como dudosos los créditos que tienen un sólo retraso.
Dicho de otras palabras, es el porcentaje de préstamos que tiene problemas para asumir sus compromisos de reembolso con el banco o caja. Si esta variable sube, los fondos que se apartan para cubrir el riesgo de que finalmente se conviertan en fallidos, la cobertura mengua irremediablemente.
Morosos crecientes
La negativa evolución de estos dos ratios significa que la entidad, por un lado, obtiene menos ingresos por su inversión y, en segundo lugar, que tiene que destinar recursos extra, bien sea de provisiones bien de resultados, a cubrir los riesgos crecientes de impagos.
Entre las entidades que presentan la peor combinación de estas dos variables se encuentran CajaSur, Caja España y Caixa Tarragona, con ratios que van desde el 4,5 al 7,9% de morosidad y del 36 al 45% en cobertura. En el otro extremo se sitúan Bankinter (BKT.MC), Banesto (BTO.MC) y Caja Murcia, con ratios de entre 1,73 al 2,07% en cuanto a dudosos y del 83 al 125% en cobertura de morosidad.
La relación entre depósitos y créditos indica, por su parte, las necesidades de financiación externa de la entidad. Cuanto más amplia sea la diferencia entre préstamos y depósitos, mayores serán las necesidades de acudir a los mercados para obtener fondos con los que desarrollar su negocio.
Una mayor dependencia, en un momento en que se ha encarecido el recurso a los mercados, supone o bien tener que disponer de una parte significativa del beneficio a pagar los intereses de la deuda exterior o bien "cortar el grifo" de los créditos para que la distancia entre activo y pasivo se estreche. Así, en los últimos meses, algunas entidades han mantenido esta variable a costa de reducir la actividad crediticia.
Los gastos de la plantilla
A cierre de marzo, Caja Badajoz y Caja España podían financiar totalmente los créditos con los fondos captados entre su clientela, mientras Caixa Catalunya y Banco Sabadell (SAB.MC) presentan el porcentaje más pequeño; un 64%. Lo que significa que de cada 100 euros que prestan, 64 los obtienen de los depósitos de sus clientes.
Otro aspecto que hay que tener en cuenta, en el contexto de sobrecapacidad del sector, es el porcentaje que, sobre los gastos de explotación, la entidad destina a pagar a sus empleados. El que tenga que destinar porcentajes muy altos puede significar que debe aplicar la tijera a esta partida, lo que mejoraría eficiencia y aportaría más ingresos a la cuenta de resultados.
Caja Ávila y CaixaTerrassa consumían más del 70% de los gastos al pago de su plantilla, mientras que Bankinter destaca en solitario en esta partida sobre el resto de bancos y cajas al tener que dedicar sólo la mitad de los gastos a los empleados. La peculiar estructura de este banco, con pocas sucursales y la potenciación de otros medios transaccionales, como Internet o el móvil, pueden explicar esta brecha con sus competidores.
Solvencia: aprobado general
La solvencia es el principal criterio para medir las dificultades de una entidad y el único, además, que no puede bajar de determinado nivel por exigencias regulatorias. Cuando baja del 8%, el Banco de España debe intervenir la entidad.
Así ocurrió con Caja Castilla-La Mancha, que además presentaba "problemas transitorios de liquidez" y cuya morosidad rozaba el 10%. Todos los bancos y cajas, no sólo se encuentran por encima del mínimo establecido, sino que periódicamente refuerzan sus recursos propios a través de la emisión de preferentes. En el primer trimestre, entre las entidades analizadas, Ibercaja, Unicaja y el Santander (SAN.MC) se encontraban por encima del 13%.
El apalancamiento (medido comofondos propios sobre activo total, neto de fondo de comercio) es un indicador que mide el volumen de fondos que presta sobre el que realmente tiene. Cuanto más bajo es el indicador, más riesgos asume con sus fondos propios. Según el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, el grado de apalancamiento es muy relevante y, por tanto, se debe tener en cuenta cuando se evalúa la solvencia de las entidades.
Pues bien, aunque no todas se mueven en los mismos niveles, en la comparación con otros sistemas europeos salen muy bien paradas. Así, mientras la mayoría presentan un porcentaje superior al 4%, en el Reino Unido la media es algo superior al 2%, en Francia, al 1,7% y en Alemania ronda el 1,1%. Lo que indica, en definitiva, es que el modelo minorista español conlleva la asunción de menos riesgos.
Pero en cuanto a rentabilidad, las conclusiones no son tan positivas.A medida que avanza la crisis, bancos y cajas, con contadas excepciones, han visto cómo la rentabilidad de sus activos decaía, en algunos casos a niveles alarmantes.
La defensa, en horas bajas
El ratio también tiene una especial relevancia ya que, tal y como comenta el Banco de España en uno de sus últimos informes, "es la primera línea de defensa ante la concreción
de dificultades". Pues bien, si la rentabilidad media (medida sobre recursos propios, ROE) rondaba antes de la crisis el 15% y el ROA (la rentabilidad sobre los activos totales medios) se situaba, en general, alrededor del 1%, ahora no es infrecuente que estos porcentajes se hayan desplomado a lamitad y, en algunos casos, aún a niveles inferiores.
Llamativo es el caso de Cajasur, cuyo ROA, a cierre del primer trimestre, tan sólo llega al 0,02%. Esto significa que por todos los préstamos, participaciones, deuda pública y demás instrumentos que componen su activo consiguen una rentabilidad pírrica. En concreto, tienen que invertir un millón de euros para ingresar 200. Otras entidades con rentabilidades muy bajas son Caja España y Caja Duero, que tienen un ROA de 0,20 y 0,21, respectivamente. Si se mide en términos de ROE, las mismas entidades vuelven a mostrar su vulnerabilidad. Así, Cajasur sólo tiene el 0,39%; Caja Duero, el 3,67% y Caja España, el 4,64%.
Tras analizar las ocho variables, las entidades que notan con más virulencia los efectos de la crisis financiera son: CajaSur, Caja España, Caja Duero, Caixa Tarragona, Caixa Girona, Caja Ávila y Caixa Terrassa.
Por el contrario, las entidades grandes, y alguna no tan grande, pasan con nota el análisis. Así, los bancos, sin excepción, y cuatro cajas muestran una fortaleza envidiable a estas alturas de la crisis. Fuera de este estudio, las cajas vascas, BBK, Kutxa y Vital, también estarían entre los destacados.
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