Tasa paro Latinoamérica y Caribe cae una décima en 2006, hasta 8 por ciento
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Ginebra, 24 ene (EFECOM).- La tasa de desempleo en Latinoamérica y el Caribe cayó una décima en el último año, un descenso similar a la media mundial, y se situó en el 8 por ciento al final de 2006, 1,7 puntos porcentuales por encima del conjunto del planeta.
En su último informe sobre Tendencias Mundiales del Empleo, difundido hoy en Ginebra, la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) destaca que en 2006 se produjo una ligera mejora generalizada del mercado de trabajo en la región en prácticamente todos los aspectos.
Uno de ellos es ese descenso del porcentaje de personas paradas (mayores de 15 años que quieren y pueden trabajar pero no encuentran empleo) en 2006, aunque en los últimos diez años ha aumentado una décima, ya que en 1996 era del 7,9 por ciento.
La organización de la ONU destaca además que la tasa de participación femenina entre el conjunto de la población activa (que engloba tanto a trabajadores como a desempleados) aumentó del 46,1 por ciento en 1996 al 52,4 por ciento en 2006.
Por sectores, la región también ha logrado reducir en diez años el porcentaje de personas que trabaja en la agricultura del 23,2 al 18,8 por ciento del total, mientras que los que trabajan en el sector servicios han aumentado del 56,5 al 61,4 por ciento en ese mismo periodo.
Otro aspecto en el que se detecta una mejora es en el índice de pobreza de los trabajadores, ya que el número de empleados que viven en familias donde cada integrante cuenta con menos de dos dólares al día ha descendido desde el máximo alcanzado en 2003.
Según el informe, en la última década el porcentaje de trabajadores en familias que viven con menos de un dólar por persona y día ha caído del 12,1 al 11,3 por ciento y los que sobreviven con menos de dos dólares del 35,4 al 30,9 por ciento.
Aún así, en 2006 casi un tercio de los empleados de Latinoamérica y el Caribe vivían en hogares donde cada miembro de la familia contaba con menos de dos dólares al día.
"Pese a que el desempleo relativamente estable, la diferencia cada vez menor entre las cuotas de participación, las tasas de empleo de hombres y mujeres y la disminución de la pobreza de los trabajadores son alentadoras, el paro sigue estando muy por encima de la media mundial", advierte de todas formas el trabajo de la OIT.
De hecho, la tasa de desempleo en la región sólo está por debajo de la de Oriente Medio y África del Norte (12,2), la del África subsahariana (9,8) y la de Europa Central y Oriental (9,3).
Además, la OIT apunta que la tasa de desempleo femenino, superior al 10 por ciento, es "particularmente preocupante" y "puede desalentar la incorporación de las mujeres a los mercados de trabajo en el futuro".
Por esa razón, la organización de la ONU considera que creación de puestos de trabajo continúa siendo un "desafío importante" para quienes diseñan las políticas nacionales de empleo.
Al igual que en todas las regiones en desarrollo, el informe insiste en que no se trata de crear cualquier tipo de empleo, sino que el objetivo es que éstos sean estables y decentes.
"La experiencia muestra que el crecimiento económico debe ser firme, sostenido y bien equilibrado entre la creación de puestos de trabajo y el crecimiento de la productividad para poder reducir efectivamente los déficit de trabajo decente", apunta la OIT.
Otros retos a los que se enfrenta la región, según la organización con sede en Ginebra, son lograr un crecimiento económico sostenido, reducir la desigualdad de ingresos (que contribuya que "dos de cada cinco latinoamericanos sean pobres") y la creación de empleos decentes.
Además, el empleo no agrícola "se basa excesivamente en sectores de la economía de poca productividad y salarios bajos, especialmente en el sector de los servicios, con niveles insuficientes de protección social".
Los países más afectados por esa circunstancia son, según los datos de la OIT, Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú, con cerca del 60 por ciento de los trabajadores empleados en el sector informal.
En el extremo opuesto se encuentran Costa Rica (41,8), Panamá (41,6) y Uruguay (37,7).
Para afrontar los retos del mercado laboral, la OIT recomienda a la región elaborar y aplicar políticas económicas y sociales integradas que "equilibren la necesidad de competitividad y eficacia con la de suficiente protección social". EFECOM
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