Empresas y finanzas
La tesis de la Fiscalía: Los acusados eran conscientes de que Xfera no valía nada
Pero no fue así, y a finales de 2001 las posibilidades de negocio de la operadora eran muy negativas. Los importantes compromisos financieros contraídos por IC con Chase Manhattan Bank (hoy JP Morgan) "quemaban" a los acusados, quienes debían empezar a pagar a principios de 2002.
Riesgo de la operación
Así, según argumenta Anticorrupción, "pese a la negativa evolución y escasa viabilidad del negocio, hallándose IC expuesta a la ejecución de avales por importe de 111 millones de euros, los acusados optaron arbitrariamente por desplazar todo el riesgo de la operación a la filial de Abengoa, Telvent".
El 30 de diciembre, y por un precio de 25 millones de euros, IC vendió finalmente a Telvent la participación de Xfera. La Fiscalía cree que el presidente de ésta, Manuel Sánchez Ortega, "perfecto conocedor del designio prefijado por los administradores de Abengoa, dispuso lo oportuno a fin de obtener del Consejo de Administración los apoderamientos pertinentes, evitando que alguno de sus miembros pudiera oponer reparos si llegaba a conocer los entresijos de la operación, y contando para ello con que el secretario del Consejo era el también acusado Jiménez Velasco".
Ruptura a la fidelidad
La conclusión de la Fiscalía es demoledora: "Así fue como en abierta ruptura a la fidelidad debida a Abengoa, con la sola mira de obtener un beneficio para IC, y valiéndose de su doble condición de administradores de una y otra mercantil, los acusados no sólo ejecutaron una operación estrepitosamente alejada del riesgo de pérdida permisible en toda gestión empresarial, sino que fueron del todo conscientes que el valor asignado por el mercado al paquete de acciones de Xfera era de cero".