Empresas y finanzas

Opel, cuestión europea: Bélgica y Reino Unido pasan a la acción

    Planta de Opel en Amberes, Bélgica. <i>Foto: Reuters</i>


    Gráfico GENERAL-MOTORS

    El futuro de Opel tiene que convertirse en una cuestión europea. Así lo considera el Gobierno de Bélgica, que ha reclamado a las autoridades alemanas y comunitarias que el poder de decision sobre la automovilística no se limite al Estado alemán. Por su parte, Reino Unido ha tomado la iniciativa al contactar con GM y pedir a la compañía que conserve las plantas británicas.

    El primer ministro belga y el primer ministro de la región de Flandes han enviado cartas a las autoridades alemanas y europeas insistiendo en que el debate sobre Opel se traslade a instancias europeas.

    Cartas a Merkel y a la CE

    Está previsto que el Gobierno alemán decida hoy qué inversor se hará finalmente con la filial de la estadounidense General Motors (GM). Pero Bélgica considera que este proceso de decisión ignora el hecho de que GM Europa tiene plantas de Opel en otros países de la Unión Europea, especialmente en Bélgica, Polonia y España, así como de la marca Vauxhall en Reino Unido y de Saab en Suecia.

    La planta belga de Amberes produjo 132.426 coches Opel el año pasado, y empleó a 2.584 trabajadores. "La solución para Opel está en la fase final, así que he escrito una carta junto con el primer ministro a Merkel y a la Comisión Europea (CE) para pedir que lo veamos a un nivel europeo y que no lleguemos a una situación en la que Alemania encuentra una solución y nosotros tenemos que seguirles", señaló el primer ministro flamenco, Kris Peeters, a la cadena pública de televisión VRT.

    "No podemos encontrarnos en una situación en la que todo el mundo está intentando superar a los demás, en la que vemos cuánto dinero puede poner Alemania sobre la mesa y cuánto podemos nosotros", añadió Peeters.

    La carta se ha enviado a la canciller alemana, Angela Merkel; al presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso; y al comisario de Industria y Empresa, Günther Verheugen, según confirmó un portavoz del Gobierno.

    Reino Unido llama a GM

    Por su parte, Reino Unido se ha dirigido directamente a la direccción de General Motors para intentar asegurarse de que se mantendrán intactas las dos plantas británicas.

    Según indica hoy el diario Financial Times, el ministro para la Empresa y ex comisario europeo, Peter Mandelson, mantuvo ayer contactos telefónicos con el consejero delegado de la automovilística estadounidense, Fritz Henderson, y con el responsable para Europa de la firma, Peter Foster, para manifestarles el fuerte compromiso del Gobierno británico "con todas las plantas de Vauxhall".

    Gran Bretaña está presionando para impedir que el Gobierno de Berlín ceda a las presiones de su propio electorado y proteja los puestos de trabajo en Alemania a expensas de las plantas de Vauxhall en territorio británico. "Estamos presionando fuerte a favor de una solución comercial y no basada en consideraciones políticas", señalaron al periódico fuentes del Gobierno.

    Además, Mandelson confirmó que se había entrevistado con directivos de la Fiat y de la empresa italiana Magna, que aspiran a una participación en GM Europe.