Transporte aéreo comienza a recobrar la normalidad
Río de Janeiro, 24 dic (EFECOM).- Las aglomeraciones de pasajeros comenzaron a disminuir hoy en los aeropuertos brasileños, pero aún hay numerosos vuelos atrasados en vísperas de navidad y tras cuatro días consecutivos de caos en el transporte aéreo.
Tras las cancelaciones y atrasos de vuelos que retuvieron desde el miércoles en varios de los aeropuertos del país a miles de pasajeros que querían aprovechar el puente, la normalidad se fue restableciendo hoy domingo.
Para ello contribuyó la decisión del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, de ceder ocho aviones de la Fuerza Aérea para socorrer a los pasajeros, así como la ayuda prestada por las aerolíneas competidoras a la TAM, la mayor del país y a la que fue atribuido el caos de esta semana.
Según la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC), la situación ya se ha normalizado hoy en las regiones sur, nordeste y norte del país, pero continuaba con complicaciones en el sudeste, que incluye estados como Sao Paulo y Río de Janeiro y concentra la mayor parte de la población del país.
De acuerdo con la misma fuente, de los vuelos programados para la mañana de este domingo, apenas once tenían atrasos de más de una hora en el aeropuerto internacional de Sao Paulo, otros siete en el aeropuerto regional de la misma ciudad, cuatro más en Río de Janeiro y otros cuatro en Brasilia.
El tiempo promedio de los atrasos también disminuyó, frente a las cuatro horas del sábado y luego de que algunos vuelos partieran doce horas después de lo programado.
Según la misma Agencia, pese a que la aglomeración de pasajeros disminuyó en general y el tráfico aéreo aumentó, aún había algunas largas filas de pasajeros frente a los puestos de atención de TAM en algunas ciudades.
La situación contrasta con lo ocurrido el sábado, el peor día de la crisis y cuando las irritaciones de los pasajeros se tradujeron incluso en agresiones a empleados de las compañías aéreas.
De los 1.266 vuelos programados para el sábado, 699, es decir el 55,21 por ciento del total, tuvieron atrasos de más de una hora y 36 fueron cancelados. El porcentaje de vuelos con atrasos había sido del 48 por ciento el viernes y del 43,9 por ciento el jueves.
Pese a que este domingo aún había largas filas de pasajeros en los aeropuertos de Guarulhos y Congonhas, los dos principales de Sao Paulo, así como en Brasilia, en Río de Janeiro no se registraron aglomeraciones.
También disminuyeron el número de protestas de pasajeros y el grado de belicosidad de las mismas.
Mientras que el jueves y el viernes algunos pasajeros llegaron a invadir pistas de aterrizaje o bloquear el ingreso a las salas de embarque, el sábado cuatro personas llegaron a ser detenidas por agredir o intentar agredir empleados de las compañías aéreas.
Además del apoyo ofrecido por la Fuerza Aérea y por otras aerolíneas, en la normalización del caos también contribuyó la decisión de la dirección del aeropuerto de Congonhas de operar durante la madrugada para descongestionar el tráfico aéreo.
Para superar el caos, además de disponer aviones militares para socorrer a los pasajeros, el Gobierno también prohibió que la TAM venda nuevos billetes por lo menos hasta que consiga normalizar todos sus vuelos.
Al menos cinco aviones de la Fuerza Aérea comenzaron en la medianoche del viernes a realizar vuelos que habían sido programados inicialmente por la aerolínea TAM.
Las aerolíneas Varig y Oceanair, a petición de las autoridades aeronáuticas, también realizaron vuelos que habían sido programados por la TAM y que la empresa no podía operar por falta de aviones.
A diferencia del caos que los brasileños enfrentaron en noviembre, cuando los atrasos y cancelaciones de vuelos fueron provocados por una protesta de los controladores de vuelo, las dificultades de esta semana fueron atribuidas a la TAM, que tuvo que enviar seis aviones a un mantenimiento no programado.
El presidente de la Agencia Nacional de Aviación Civil, Milton Zuanazzi, dijo que espera que la situación esté totalmente controlada al final de día de hoy y garantizó que el caos no se repetirá la próxima semana, cuando se espera un aumento del flujo debido al festivo de año nuevo. EFECOM
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(con fotografía)