Empresas y finanzas

El auditor detecta otro desvío de fondos en SOS a sociedades ligadas a Salazar

    Jesús Salazar, ex-presidente de SOS. <i>Foto: Archivo</i>


    Los hermanos Jesús y Jaime Salazar, ex presidente y ex consejero delegado del grupo SOS , se han visto envueltos en un nuevo escándalo. KPMG, el auditor del grupo, ha detectado que, al margen de los 212 millones que desviaron de la empresa a sociedades particulares, este mismo año han realizado entregas similares por otros 25 millones de euros más, destinadas a sociedades que controlan de forma directa y sin informar de dichas operaciones al consejo de administración.

    El citado informe reza exactamente que "con posterioridad al cierre del ejercicio (2008), se han producido entregas a cuenta a sociedades que en su mayoría tienen un administrador único común con el de la antigua Cóndor Plus por importe de aproximadamente 25 millones de euros, cuya recuperabilidad se considera dudosa". A estas horas, los administradores de la compañía continúan todavía evaluando la naturaleza de estas transacciones.

    El crédito es anulado

    La familia Salazar utilizó Cóndor Plus para apuntarse la disposición de fondos previa de 212 millones que estaban orientados, según dijo, a financiar la supuesta entrada de un fondo libio en el capital, algo de lo que la compañía duda ahora. El 27 de febrero, Salazar consiguió que SOS articulara esa disposición de fondos como un préstamo, pero ese acuerdo fue revocado posteriormente el 30 de abril, el día en el que él y su hermano fueron destituidos.

    Cóndor Plus, que actúa actualmente bajo el nombre de Phaes, es propiedad suya, aunque su administrador único es Pedro Barragán González, un directivo de SOS.

    Lo peor para la empresa es que Salazar ha dejado la compañía en una situación muy delicada. KPMG tiene serias dudas sobre su viabilidad. El grupo tiene un fondo de maniobra negativo de 724 millones, que se eleva hasta casi 1.096 millones en el caso de su matriz, por lo que, según el auditor, su continuidad y su capacidad para afrontar las deudas está condicionada a que alcance un acuerdo con la banca.

    El problema radica en un crédito de 994 millones firmado en 2008 para refinanciar la deuda tras comprar Bertolli. SOS ha amortizado ya un tercio del mismo, pero ha incumplido la compromisos firmados con los bancos y éstos le han exigido el pago anticipado del resto. Lo peor es que la desviación de fondos realizada por Salazar ha obligado a la compañía a provisionar 190 millones.