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España se enfrenta a Francia por veda de anchoa en negociación cuotas pesca



    Bruselas, 19 dic (EFECOM).- El enfrentamiento entre España y Francia por la continuidad de la veda de la anchoa en el mar Cantábrico, que solicitan los pescadores españoles, marcó hoy el inicio de la negociación de los Totales Admisibles de Capturas (TAC) para el 2007.

    Los ministros de Pesca de la UE comenzaron hoy el intenso Consejo anterior a Navidad para pactar las cuotas pesqueras y este año uno de los puntos más sensibles de la discusión vuelve a ser el cierre del caladero de la anchoa, o bocarte, en el golfo de Vizcaya.

    El debate empezó con una nueva propuesta de compromiso de la Comisión Europea (CE), que al igual que en su proyecto inicial sobre TAC pretende prolongar el actual cierre de la pesquería al menos durante el primer semestre de 2007, de acuerdo con España.

    La ministra española de Pesca, Elena Espinosa, defendió que continúe la veda.

    Sin embargo, su homólogo francés, Dominique Bussereau, rechazó continuar la veda y reclamó un TAC de 5.000 toneladas para 2007 (4.500 para España).

    Este fue precisamente el cupo que los ministros de la UE acordaron en diciembre de 2005 para este año, cuando accedieron a las demandas de Francia, pero la pesquería de la anchoa se tuvo que interrumpir el pasado mes de julio debido a su escasez.

    Según fuentes comunitarias, Francia mantuvo hoy una posición firme en contra de la continuidad de la prohibición de la anchoa, lo que hace prever negociaciones difíciles para acordar los TAC y situaciones parecidas a las del año pasado.

    El consejero vasco de Pesca, Gonzalo Sáenz de Samaniego, que acompaña a la ministra en el Consejo en representación de las Comunidades Autónomas, manifestó que es "muy difícil de entender" que Francia pueda imponer su criterio en el Consejo de la UE, cuando solamente dispone del 10% del TAC de anchoa en el Cantábrico.

    Por otra parte, los responsables de las cofradías vascas, que piden que se mantenga el cierre de la pesquería, expresaron su preocupación porque la anchoa "sea moneda de cambio" en las negociaciones de TAC.

    El comisario europeo de Pesca, Joe Borg, apuntó que flexibilizará su postura sobre la veda de anchoa si hay acuerdo entre España y Francia, por lo que dio a entender que está en manos de los dos países que siga cerrado o no el caladero.

    Los ministros discutieron hoy sobre una nueva propuesta de compromiso de la CE, además de celebrar reuniones bilaterales en las que quedó patente que no hay acuerdo, por lo que la presidencia y la Comisión deberán ofrecer nuevas modificaciones, según informó el presidente actual del Consejo de Pesca, el finlandés Juha Korkeaoja.

    El Consejo continuará mañana, miércoles, por la tarde y podría prolongarse hasta el jueves.

    Espinosa afirmó que la negociación va bien, pero "apretará más" para conseguir todas sus demandas.

    El texto discutido hoy tiene como novedades, para España, el mantenimiento de las cuotas de jurel y gallo en algunos caladeros del norte, para los que la CE había propuesto bajadas del 15%.

    Sin embargo, la Comisión sigue sin variar su proyecto, en lo que se refiere a merluza del norte (Escocia, Irlanda, aguas del Golfo de Vizcaya no españolas y Gran Sol) y continúa ofreciendo un incremento del 15%.

    España reclama que el cupo de merluza en esos caladeros ascienda al 22% más respecto a 2006, y en aguas ibéricas pide que la cuota de merluza no varíe (la CE propone -10%).

    Otras demandas españolas no conseguidas aún son el mantenimiento de la cuota de rape y cigala en aguas ibéricas, para los que la CE propone reducir el TAC un 15 y un 10 por ciento, respectivamente.

    Entre los países críticos con la CE, porque quieren recortes más drásticos, destacan Dinamarca, cuyas autoridades afirmaron hoy que la nueva propuesta es "inaceptable", y Suecia, que quiere también más recortes.

    Por otro lado, la organización ecologista WWF y la asociación de chefs de cocina europeos Eurotoques pidieron recortes más drásticos de pesca o las especies desaparecerán.

    WWF protagonizó una manifestación ante la sede del Consejo en la que distribuyó un "menú" con especies pesqueras en peligro, como el bacalao, la platija y el lenguado, así como una "carta" para el 2050 en la que las únicas opciones serán la sopa de medusa y proteínas que "recuerdan los buenos tiempos" del pescado.

    Por su parte, el representante español de Eurotoques, el restaurador Cecilio Lera, declaró a EFE que los restaurantes ya notan la carencia de pescados y que si la UE no reduce la pesca en el futuro sólo habrá productos pesqueros de piscifactoría, con los que no se garantiza la misma gastronomía que con la pesca salvaje. EFECOM

    ms/jla