El Pendolino checo de Alstom se hace internacional
El 10 de diciembre de 2006, los trenes pendulares Pendolino de alta velocidad desarrollados por Alstom para el operador de los ferrocarriles checos, Ceské Dari, han realizado por primera vez una conexión internacional entre Praga (República Checa) y Bratislava (República Eslovaca). Con este nuevo enlace, los pasajeros podrán ganar más de veinte minutos con relación al tiempo del recorrido habitual. Además, esto constituye la primera etapa del programa de internacionalización del Pendolino checo, con nuevas conexiones ya programadas a Austria y a Alemania. En el futuro los Pendolinos checos podrán ser utilizados para unir las ciudades de Bratislava, Viena, Berlín y Dresde.
La entrada en servicio comercial de estos Pendolinos pone de manifiesto el trabajo que Alstom ha estado realizando en materia de interoperabilidad. Los Pendolinos entregados a la República Checa pueden circular por diferentes redes ferroviarias nacionales, cada una con electrificación propia y equipadas con un sistema de control y de señalización compatible con el sistema ERTMS (European Rail Traffic Management System).
Con relación al plan reglamentario, la circulación del Pendolino por redes europeas de alta velocidad está autorizada desde el 16 de noviembre de 2006, fecha en la que Alstom obtuvo un certificado de conformidad STI (especificaciones técnicas de interoperabilidad) en Praga otorgado por EBC (Eisenbahn-Cert), uno de los organismos reconocidos por la Comisión Europea. Asimismo, se han emitido licencias nacionales que permiten al Pendolino circular en la República Eslovaca, en Alemania y en Austria.
El parque actual de los Pendolinos checos incluye 7 trenes que circulan desde hace un año en la República Checa. La tecnología pendular permite a los trenes bascular hasta 8 grados, lo que les ofrece la posibilidad de alcanzar una velocidad del 30 al 35% superior a la de los trenes convencionales. El Pendolino, equipado además con capacidad de aceleración y de frenado rápido, puede hacer uso de las infraestructuras ya existentes, lo que posibilita ampliar la red de alta velocidad a nivel nacional sin necesidad de hacer ninguna inversión adicional en infraestructuras. Más de 420 trenes equipados con esta tecnología, están actualmente en servicio en el mundo.