Empresas y finanzas

La abeja afila su aguijón: Rumasa se ofrece para quedarse con CCM



    La abeja de Rumasa vuelve a afiliar su aguijón para picar en el sector financiero. Y apunta alto. "Nueva Rumasa se ofrece para hacerse cargo de Caja Castilla-La Mancha (CCM) para gestionarla, administrarla y conseguir reflotarla mediante un exhaustivo y profundo plan de negocio, el cual garantice su viabilidad futura, garantizando la totalidad de los puestos de trabajo".

    Así de contundente se mostró ayer el holding de la familia Ruiz-Mateos, que recordó que cuenta con experiencia y recursos financieros necesarios para ello.

    Tras su expropiación en 1983 por el primer Gobierno de Felipe González, Ruiz-Mateos intentó siempre rescatar su imperio. La colmena empezó a renacer en la década de los noventa y se ha afianzado ahora gracias a la compra de compañías alimentarias de primer nivel. Tras la compra de Clesa al grupo Parmalat, Nueva Rumasa eleva su plantilla a casi 9.000 trabajadores en España, con una facturación en la división agroalimentaria de 700 millones de euros, lo que le sitúa entre los primeros grupos del sector. Además de Clesa, es propietaria de firmas como Bodegas Garvey, Chocolates Trapa o Postres Dhul.

    El gran objetivo de Ruiz-Mateos, sin embargo, pasa por rescatar su imperio financiero. "Nueva Rumasa considera que puede ser una interesante oportunidad de volver a estar presente en el sector como negocio totalmente independiente y al margen de sus empresas industriales", asegura la compañía, que está convencida de que puede no sólo reflotar a la entidad castellano-manchega, sino también afrontar un proceso de expansión.

    La familia Ruiz-Mateos era propietaria, entre otros activos, de Banco Atlántico, Banco de Jerez, Banca Masaveu, Exbank, Eurobank o Banfisa. En los últimos meses, debido a los graves problemas financieros de CCM, el Banco de España intentó que la entidad fuera adquirida por otras cajas.

    En este sentido, se ofreció primero a Ibercaja y posteriormente a Unicaja. Ninguna de las dos operaciones se llevó a cabo, entre otras cosas porque PricewaterhouseCoopers descubrió un agujero en la entidad que presidía Juan Pedro Hernández Moltó de 3.000 millones de euros y el auditor de CCM, Ernst & Young, se negó a firmar las cuentas del año pasado.

    El Banco de España, que ha responsabilizado directamente a los gestores de CCM, es partidario en principio de subastar la caja en lugar de liquidarla, aunque todavía no hay una decisión tomada al respecto.