La salida de Solbes y la pugna entre Salgado y Ordóñez enfría la reforma de la Ley de Cajas
¿Vuelta a empezar?. Las migas que Solbes y Fernández Ordóñez habían dejado durante el camino que conducía a la reforma de la Ley de Cajas de Ahorros se las comió el cambio de Gobierno. Aunque el Ministerio de Economía y el Banco de España ya tenían muchas de las líneas definidas, la salida del vicepresidente económico trastocó los planes que ahora la nueva ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, tiene que abordar.
Los grandes ejes de la reforma de la Ley de Cajas que tanto el ex ministro de Economía y Hacienda como el gobernador del Banco de España giraban, por una parte, en torno a la reducción en el peso de la representación política en los órganos de gobierno de las cajas que serían sustituidos por profesionales de prestigio.
Por otra parte, estaría la reforma de las cuotas participativas de tal forma que, a partir de ahora, se les dotase de derechos políticos a esta especie de acciones, con el objetivo de incentivar la inversión privada por este producto, y poder reforzar las cajas sin necesidad del dinero público.
El cambio legislativo de las cuotas participativas debería facilitar la compra de las cajas por parte de los bancos, hecho que impulsaría el proceso de reconversión del sector. Fernández Ordóñez ya reclamó a los partidos políticos que trabajaran en esta dirección para modificar la naturaleza jurídica de estas entidades financieras.
Además de la rebaja en el peso político, la intención era quitar a las comunidades autónomas la competencia sobre la tutela de las cajas, con el objetivo de allanar el camino a las integraciones entre insitituciones de diferentes regiones. Ahora son las autonomías quienes tienen la última palabra en las autorizaciones de estas operaciones, lo que las complica por el interés en el manejo de la obra social y algunas inversiones estratégicas dentro de su ámbito de actuación.
Choque entre Solbes y Salgado
Sin embargo, esos avances fruto de la buena sintonía que mantenían el ex ministro Solbes y el gobernador Fernández Ordóñez han chocado de frente con el desembarco de Elena Salgado. De hecho, ni siquiera sintonizan el propio Miguel Ángel Fernández Ordóñez y Elena Salgado ya que que según explican a elEconomista fuentes de su entorno, mientras que el gobernador defiende tesis liberales, la ministra Salgado es partidaria del intervencionismo.
Mientras tanto la reforma de la Ley de Cajas se ha congelado. Los avances obtenidos hasta el momento han caído en saco roto y la nueva ministra ha decidido ponerse al día, primero, y después sentarse a negociar.
Fondo de rescate, inminente
Otra cosa es el fondo de rescate de las entidades, que se aprobará de manera inminente, ya que para ello no se necesita un cambio en la normaiva. En las próximas semanas, el Ejecutivo tiene previsto aprobar las medidas para recapitalizar tanto bancos como cajas, aunque éstas últimas son prioritarias. El fondo estará dotado con, al menos, 50.000 millones de euros, según las primeras estimaciones. La cifra todavía no ha sido concretadas en las negociaciones entre el banco de España y el Ministerio de Economía,
Entretanto, la cola a las puertas del despacho de Salgado no para de crecer. Mientras el gobernador del organismo supervisor espera su turno para abordar la reestructuración del sistema financiero, el PP empieza a empujar para ser los próximos en ser recibidos para una cuestión en la que el Gobierno necesita el apoyo del primer partido de la oposición. Pero el teléfono en la sede del PP no suena.
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