Corea del Sur construye la primera ciudad flotante autosuficiente del mundo
- Oceanix Busan tendrá una superficie de casi 63.000 metros cuadrados
- Prototipo aplicable a cualquier entorno costero y a cualquier clima
elEconomista.es
Corea del Sur está construyendo en Busan la primera ciudad flotante autosuficiente del mundo. El proyecto, cuya primera parte debería estar terminada en 2025, tendrá una superficie de casi 63.000 metros cuadrados con capacidad para albergar a unas 12.000 personas. El trío de plataformas flotantes sobre el que reposará podrá soportar todo tipo de infraestructuras urbanas, desde bloques de apartamentos, oficinas y redes de energía renovable hasta granjas hidropónicas (aquellas que no necesitan tierra para cultivar alimentos). Además, la ciudad aprovechará la fuerza de las mareas y del viento, así como el calor del sol, para producir su propia energía.
Se trata de la última solución a los actuales desafíos que presenta el cambio climático y la sobrepoblación. En la actualidad, el 90 % de las megaciudades del mundo son vulnerables al aumento del nivel del mar, según datos del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat). Lo que diferencia a la llamada Oceanix Busan de otros asentamientos, como HafenCity en Alemania, o las "ciudades esponja" en China, es que se trata del primer intento de levantar una ciudad totalmente sostenible desde cero.
Encabezado por Oceanix, ONU-Hábitat y los responsables de la ciudad de Busan, con BIG-Bjarke Ingels Group y la empresa surcoreana SAMOO como arquitectos, el proyecto será clave para construir nuevos refugios flotantes alineados con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible capaces de mantener a 85.000 residentes en diferentes ciudades costeras del mundo. El CEO de Oceanix, Philipp Hofmann, afirma que este prototipo es "aplicable a cualquier entorno costero, a cualquier clima, y puede calibrarse fácilmente según sus necesidades".
En un principio el proyecto constará de tres plataformas, pero tiene el potencial de expandirse a más de 20 plataformas. En cada plataforma habrá vecindarios diseñados para convivir, investigar y residir. Según Idealista, las plataformas flotantes se conectarán a tierra mediante puentes y contarán con decenas de emplazamientos con paneles fotovoltaicos e invernaderos.
La idea no se reduce a reutilizar recursos naturales para generar su propia energía, si no que va más allá. Los habitantes de la Oceanix Busan recogerán el agua de lluvia para tratarla, limpiarla y almacenarla para su posterior uso. Otro de los requisitos para que este archipiélago artificial sea autosuficiente es que cultive su comida localmente, por lo que la dieta se basará en pescado y plantas y dejará fuera productos derivados de los lácteos, ya que no contará con espacio suficiente para su desarrollo.
En cuanto a los residuos que genere, se trataran locamente mediante compost y reciclaje para convertirlos en energía. Asimismo, la ciudad flotante pondrá en marcha un programa para ayudar a los residentes a tomar consciencia de su huella ecológica. Por ejemplo, se facturará a los residentes en función del volumen de basura doméstica que produzcan. También se apostará por el alquiler de artículos, desde muebles hasta ropa, y por el uso de la bicicleta como el principal medio de transporte.
Pese a contar con el respaldo de ONU-Hábitat, éste pide precaución. Según recoge Quartz, Maimunah Mohd Sharif, directora ejecutiva del programa, ha señalado que este tipo de soluciones globales también debe tener en cuenta la diversidad de la topografía, las normas locales y la expresión cultural "para no dejar a nadie atrás", ni siquiera a la vida marina.