Las garantías del crédito de SOS a su presidente se esfuman con la bolsa
La fuerte caída del valor de SOS en bolsa impediría ahora que el presidente de la compañía, Jesús Salazar, pudiera cubrir todas las garantías ofrecidas para que la empresa le diera el año pasado un préstamo de 212,7 millones de euros. Jesús, y su hermano Jaime Salazar, pignoraron sus participaciones en SOS, Inversiones Ibersuizas y Asesoría Financiera Carranza, que a 31 de diciembre tenían un valor en el mercado de 465 millones de euros.
El problema es que, al cierre de ayer del mercado, las acciones de SOS han caído un 60% en bolsa, hasta 4,56 euros -han llegado incluso hasta un mínimo de 3,45 euros el pasado marzo-, con lo que el importe de las acciones hipotecadas apenas supera ahora los 190 millones.
Vencimiento único
Los Salazar, sin embargo, tienen todavía tiempo, ya que el préstamo tiene un vencimiento único el 10 de marzo de 2013, por la que empresa confía en que no existan complicaciones.
El problema es que los hermanos Salazar pidieron el crédito para comprar acciones de la compañía y revenderlas a su vez a un fondo soberano libio, LIA, a un precio determinado y la operación se ha retrasado. El agravamiento de la crisis financiera en el último trimestre del año pasado impidió cerrar el acuerdo, que los Salazar están intentando ahora rescatar.
La cuestión en este caso es que el préstamo no se lo ha facilitado la banca, sino la propia compañía, lo que ha motivado ya que dos consejeros se hayan negado a firmar las cuentas: el inversor Daniel Klein, vicepresidente y accionista del grupo, con un 5,27%, y el independiente Lucas Torán.
Los detalles del préstamo se comunicaron por primera vez a la CNMV el pasado 31 de marzo a través de un hecho relevante. Ese día, el consejo de administración de la compañía aprobó las cuentas, pero tuvo que ampliar la información sobre las operaciones realizadas con sociedades vinculadas. SOS había dado el préstamo a Condor, una sociedad patrimonial que, hasta ahora, no tenía prácticamente ninguna actividad y que no cuenta con existencia alguna.
La firma está administrada por Esteban Herrero, director de Operaciones de la propia compañía. Según los datos del Registro Mercantil, la sociedad cambió su denominación el pasado 11 de marzo, pasando a llamarse Phaes Desarrollo Empresarial. Unos días antes presentó de forma conjunta las cuentas de los cuatro últimos ejercicios, que estaban pendientes.
Negociación con la banca
Los bancos acreedores y la CNMV han pedido explicaciones a SOS por este préstamo a su presidente. La compañía ya ha remitido información, pero podría verse obligada a ampliarla.
Este no es, sin embargo, el único problema que tiene SOS. La compañía está negociando con la banca para evitar que ésta le exija el pago anticipado de casi 700 millones de otro préstamo concedido a la compañía por valor de 994 millones. Este crédito se concedió para comprar la aceitera italiana Bertolli, tal y como informó ayer elEconomista, y aunque tiene cuatro vencimientos, estaba sujeto a una serie de condiciones que no se han cumplido.
La negociación principal se está llevando a cabo con Ahorro Corporación, el brazo financiero de las cajas de ahorros, que encabezó el préstamo, en el que participan también Rabobank, Banco Popular, Intesa o Royal Bank of Scotland, entre otros. Los Salazar, de momento, están tranquilos.
Esta no es la primera vez que se enfrentan a una situación parecida y confían en poder alcanzar un acuerdo rápido. En 2007, de hecho, pasó algo similar y la empresa consiguió alcanzar ya un pacto con sus acreedores.