Empresas y finanzas

Sand Grove toma un 2% del capital de Mediaset en plena opa de Berlusconi

  • El fondo ha duplicado su participación en el grupo audiovisual desde la oferta

Judith Arrillaga

Hace casi un mes que Silvio Berlusconi hizo oficiales los rumores y lanzó una opa sobre Mediaset a través de la matriz italiana, MFE- Media For Europe, una noticia que en realidad no pilló por sorpresa a nadie. Los rumores sonaban desde hace meses. El magnate italiano quiere hacerse con el 44,31% que no controla y pese a que ya es el accionista mayoritario nada hace pensar que el proceso para dominar el grupo de comunicación español vaya a ser un camino de rosas.

Si se analiza el capital de Mediaset la realidad es que Berslusconi tiene cada vez más competencia. El mejor ejemplo de ello es el fondo Sand Grove, con sede en George Town (Islas Caimán). Desde que conoció las intenciones de MFE ha duplicado su presencia en el accionariado. El 16 de marzo, tan solo un día después de que se publicara el comunicado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), aumentó su participación del 0,952% hasta el 1,250%. Un trozo del pastel que enseguida se le ha quedado pequeño y ahora se ha conocido que ha vuelto a incrementar su participación hasta algo más del 2% lo que le da derecho a más de 6,2 millones de acciones. Esto supone multiplicar por dos la participación que tenía antes de la opa.

Pero Sand Grove no está solo. Desde el 15 de marzo Mediaset España cuenta con dos nuevos accionistas. Se trata de Norges Bank y Credit Suisse. La primera entró en el capital de la dueña de Mediaset tras conocerse las cifras que ofrecía Berlusconi y lo hizo adquiriendo 6,4 millones de acciones, representativas del 2,059% del accionariado. En lo que respecta a Credit Suisse entró en el capital el 24 de marzo con una participación del 1,179%.

Pero, ¿qué significa este goteo de nuevos accionistas? La realidad es que al mercado no le gusta la oferta de Berlusconi y no es para menos, infravalora al grupo audiovisual en un 15% en comparación con la valoración de los analistas. Entrar en el capital ahora solo tiene una explicación, la matriz italiana se replanteará la oferta y la mejorará en el futuro si quiere convencer a los minoristas. Y esto no es un deseo, es una obligación. La oferta está condicionada a un umbral de aceptación mínimo del 90% de las acciones objetivo, lo que corresponde a aproximadamente el 95,6% del capital social total de Mediaset.

Sobre esto se pronunció JB Capital tras conocer las condiciones de la opa sus analistas recomendaron "en los términos actuales, no aceptar la oferta". Unos términos que casi un mes después todavía no han cambiado.

Cuatro semanas de caídas

El descontento del mercado se está traduciendo en un duro castigo a ambas compañías en el parqué. La española cede más de un 16% desde el 16 de marzo -el 14 y el 15 de marzo estuvo suspendida de cotización- mientras que la caída se agrava mucho más en la italiana, que ha visto como su cotización se ha desplomado cerca de un 30% desde que lanzó la opa sobre su filial (ver gráfico). Esto es especialmente malo para los accionistas de Mediaset España porque hay que tener en cuenta que el canje de la opa ofrece una valoración mixta que incluye 4,5 acciones ordinarias A de MFE a 3,753 euros por cada título de Mediaset y estas acciones cada día valen menos.

A pesar de que la esperanza en una mejora en la oferta es la tónica general, hay también analistas pesimistas que confían muy poco en los planes de Berlusconi y menos aun en la trayectoria de la acción.

Es el claro ejemplo de JP Morgan que pese a mantener su consejo de compra, ha recortado su precio objetivo más de un 15% desde los 8,9 euros por acción a los 7,5 euros actuales. A pesar del hachazo de la financiera estadounidense, la meta sigue por encima de su cotización, los 4,2 euros.